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Hay dos promesas formales hechas por el gobernador tucumano que, hasta ahora, ¿no puede o no quiere cumplir?

A Osvaldo Jaldo le queda un año, aproximadamente, para demostrar si realmente quiere un cambio para Tucumán o, simplemente, es un “gran simulador”. Se juega perder las elecciones de medio término de su mandato.

Todo político, y más en campaña electoral, promete “el oro y el moro” (y nadie les cree). Pero, hay dos promesas (más bien un compromiso) hacia la población tucumana, que Jaldo hizo (con Dios como testigo): la Reforma Electoral, que en la actualidad muestra un anacronismo infernal y se presta para todo tipo de fraude; y el Acceso a la Información Pública, algo que ya se aplica hace muchos años a nivel nacional, salvo contadas provincias (entre ellas Tucumán) que permite la transparencia en la gestión.

Previo a las últimas elecciones para gobernador, de Tucumán (junio de 2023), se firmó un Acta Compromiso a fin de reafirmar los consensos alcanzados en el diálogo con los candidatos entre el 11 y 14 de abril de 2023, referido a modificar el sistema con el que votan los tucumanos. La firma se hizo en el Arzobispado de Tucumán y ante la presencia de su máxima autoridad, el Arzobispo Carlos Sánchez. ¿Quienes estamparon su firma con el compromiso de realizar, en caso de llegar al poder, la tan ansiada reforma electoral provincial?: OSVALDO JALDO (fue el ganador de las elecciones y actual gobernador); Federico Masso, candidato por Libres del Sur; Ricardo Bussi, candidato por enésima vez por Fuerza Republicana; Juan Coria del espacio “Nos une el Cambio”. Estuvieron ausentes, Roberto Sánchez y Germán Alfaro por el espacio Juntos por el Cambio.

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El 1 de marzo de 2024, Jaldo inauguró las sesiones legislativas de la provincia. Allí volvió a prometer, ante los “honorables” legisladores, autoridades de los tres poderes y todo el pueblo tucumano, una Reforma del Sistema Electoral y la anisado Ley de Acceso a la Información Pública.

Van a cumplirse ocho meses de la asunción del gobernador tucumano, y pasaron poco más de tres meses de la apertura de las sesiones legislativas. Con respecto a las dos grandes promesas, no se cumplieron ninguna y, lo más preocupante, es que no hay atisbos que vayan a tratarse.

Es más, el vicegobernador provincial y Presidente de la Legislatura, Miguel Acevedo (¿manzurista?), salió al cruce de las promesas de Jaldo: “Es un proceso que llevará tiempo dado que se deben poner en consideración distintos aspectos y, en base a eso, analizar si sería necesario también una reforma constitucional”. Respecto al sistema de acoples, que provoca cientos de fiscales en las mesas de votación, se presta al fraude y gastos de millones de pesos (o dólares), Acevedo dijo: “No creo que vayan a eliminarse, pero sí a reducirse”. A la pregunta y se han puesto plazos para la reforma, el vicegobernador fue tajante: “No hay plazos”.

Y fue más allá Acevedo, ¿desafiando la promesa de Jaldo?. Ante la consulta del Acceso a la Información Pública, expresó: “Podés adherirte a la Ley nacional o hacer una diferente. De esos anuncios que dio el gobernador, es prematuro dar precisiones. Todos están trabajando, interiorizándose y viendo cómo accionamos”, y añadió: “Es algo que se viene reclamando hace tiempo. Capaz que no se pueda hacer un cambio totalmente brusco, un giro de 180 grados, pero sí ir acomodando algunas cosas o ir viendo cómo vamos mejorando el sistema“. En resumen, Acevedo no dijo nada y, a la vez, todo. NO HABRÁ NI REFORMA ELECTORAL NI ACCESO A LA INFORMACIÓN PÚBLICA.

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Al consultársele al gobernador sobre la postura de Acevedo, dijo: “No puedo entrometerme en otro poder del Estado”. Una respuesta política de un típico político que habla sin decir nada.

Entonces, Jaldo, ¿realmente quiere que desaparezcan los acoples y salga la ley de Acceso a la Información Pública?. Tiene a la mayoría de la Cámara legislativa que responden a él. Hasta ahora, todo lo que ha pedido, se le ha dado. Incluso, legisladores oficialistas, concejales, intendentes y delegados comunales han salido a respaldarlo por su apoyo al Presidente Milei. Entonces, ¿tiene o no tiene injerencia en los demás poderes?.

A Osvaldo Jaldo le queda un año, aproximadamente, para demostrar si realmente quiere un cambio para Tucumán o, simplemente, es un “gran simulador”.

TICHO para SIn Codigo Tucuman

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