Se conocieron chats aberrantes. “Me consigue un nene de 6 pero pide mucha guita”
Con el nombre asignado al grupo de chat mostraba un cinismo obsceno. El hombre armó una “comunidad virtual” donde incluía a los consumidores de abusos a menores y de pornografía infantil con esta denominación: “Todo en familia”.
A.T. (esas son las iniciales del imputado por este delito) usaba la red social Telegram para contactarse con otros pedófilos. Cuando exhibió una de esas fotos exclamó: “Seguro sabe a miel. Qué envidia los que pueden probar de esa miel”. Aludía a la imagen de una nena de 8 años obligada a posar semi desnuda.
Las transcripciones están incluidas en una de las más de 114 causas por pedofilia, abuso de menores, producción, tenencia y transmisión de material sexual de niños o niñas que se descubrieron por el trabajo coordinado de la Justicia bonaerense. El martes, desde las 6, en forma simultánea se realizaron más de un centenar de allanamientos en 65 localidades de la Provincia.
Detuvieron a 21 personas involucradas en abuso, grooming, corrupción de menores, difusión de pornografía y otros delitos contra niños, niñas y adolescentes.
Los fiscales especializados en casos de abuso sexual de menores y delitos conexos también llegaron a otra red de trata que en Whatsapp se identificaba como “Porno Hermanos”. Allí un usuario informa: “Tengo alguien que me consigue un nene de 6. Pero pide mucha $$$$”.
En otro posteo asegura: “me lo entregan por dos días para que haga lo que quiera”. La conversación, fechada en noviembre de 2020, sigue hasta que se menciona el monto: “20 mil (no se sabe si pesos o dólares)”. “Y si es bastante”, concluye el interlocutor.
Clarín accedió a varias capturas de chats, pero la gran mayoría son impublicables por lo aberrantes que son las conversaciones.
En provincia de Buenos Aires, los presos pueden usar teléfonos celulares. Es una prerrogativa que concedió el Gobierno de Axel Kicillof a los detenidos en la pandemia de 2020. Pero ese privilegio nunca fue retirado por las autoridades que conducen el Servicio Penitenciario. “Ahora los usan, además de para comunicarse con familiares, para este y otro tipo de delitos”, se quejan en las fiscalías.
Un preso condenado a 50 años de cárcel por abusos sexuales reiterados, tenía en su celular guardadas filmaciones, fotos y videos de las violaciones contra menores que cometió en un domicilio de Gregorio de Laferrere, La Matanza, durante casi una década. Eran hijos de su ex pareja.
El preso traficaba ese material desde la cárcel. Lo tenía escondido en una aplicación del celular que simulaba ser una “calculadora”. Pero cuando se ingresa a la app, el dispositivo pide una clave que lleva al contenido encriptado. “Había decenas de carpetas ocultas, con subcarpetas identificadas con los nombres de las víctimas de La Matanza”, explicaron fuentes judiciales.
Por el “Operativo protección de las Infancias IV”, como llamó la Justicia a esta acción coordinada, hay 18 hombres y 3 mujeres detenidos. “No existe un patrón que identifique a estos delincuentes. Por lo general tienen entre 19 y 50 años. Y buscan conseguir trabajos relacionados con menores”.
Entre los detenidos hay un enfermero, un docente, empleados públicos y de empresas privadas. Y operarios o “cuentapropistas”.
“Llegamos por una denuncia a un individuo que tenía una condena por ‘tenencia’ de material de abuso sexual. Volvió a descargar otra vez. Tenía condena condicional porque le dieron seis meses de prisión”, contó a Clarín una de las fiscales que intervino.
En este caso era un hombre de San Justo. Cuando ingresaron a su vivienda había preparado una habitación con equipos informáticos para distribuir y traficar material. Es un operario de una línea de colectivos. “Lo detuvimos cuando salía a trabajar”, contaron en Tribunales.
En San Francisco Solano, partido de Quilmes, uno de los procedimientos terminó con una familia en shock. Y una madre derivada al hospital en estado de conmoción emocional. Es que los agentes vinieron a detener a su cuñado, con quien compartía el lote de su vivienda. Allí quedaba a cuidado del pedófilo la hija de 10 años de la mujer. El ahora detenido la obligaba a producir fotos y videos íntimos.
Los grababa en el comedor y el living de esa casa. Lo identificaron por el color turquesa del sillón donde obligaba a posar a la víctima. También por una plancha que había en el baño, donde también la fotografió. Distribuía ese material entre “clientes” de Perú, Costa Rica, Venezuela y Uruguay.
Los “objetivos” apuntados el martes a la madrugada estaban ubicados en los departamentos judiciales de Avellaneda-Lanús, Azul, Bahía Blanca, descentralizada de Tres Arroyos, Dolores, Junín, La Matanza, La Plata, Lomas de Zamora, descentralizadas de Esteban Echeverría y Ezeiza, Mercedes, Moreno-Gral. Rodríguez, Morón, Necochea, Pergamino, Quilmes, San Isidro, San Martín, San Nicolás, Trenque Lauquen, Zárate-Campana, y objetivos en provincia de Tucumán.
Además de una decena de “detenidos” que estaban ya presos en Varela, otros apresados por estas maniobres tienen domicilio en Tres Arroyos, Pergamino, Mar del Tuyú, Santa Teresita, Rafael Castillo, San Justo, Tristán Suárez, Monte Grande, Quilmes y Junín.
Por Fabián Debesa, corresponsal Clarín