Diferentes hechos de violencia en la ciudadanía y la inoperancia policial, más que risas, provoca miedo
Este martes, en pleno centro de San Miguel de Tucumán, se vivieron hechos de violencia (hay videos viralizados) entre adolescentes del secundario. En las imágenes se observan peleas, a golpes de puño.
Lo que más llama la atención es la escasa intervención policial y la incapacidad para restablecer el orden. Por suerte, no hubo que lamentar heridos de consideración (aparentemente). Si las fuerzas policiales no son capaces de desactivar una trifulca de adolescentes, ¿serán capaces de resolver un episodio violento entre mafiosos con armas de fuego o armas blancas?.
También este martes al mediodía, unas 30 personas con pancartas de “Barrios de pie”, decidieron cortar la calle Piedras esquina 9 de Julio, frente al Subsidio de Salud. La Policía custodiaba y se preocupaba más por la marcha que por facilitar la circulación de autos, motos y peatones. A la hora de impedir el paso de motos, éstos enfrentaban a la policía y pasaban a traves de la marcha sin hacer caso de la autoridad; los policías quedaban atónitos.
La Policía ha perdido el respeto de la sociedad, el cual no se gana con solo llevar un uniforme. La culpa no es de los agentes sino de las autoridades. Llenar las calles con agentes inexpertos no es llevar seguridad a la población. Se trata de un trabajo más profundo y que lleva tiempo.
Primero tiene que haber una decisión política. Luego hay que trabajar con la Justicia, para que acompañen las medidas policiales. Se debe cambiar el concepto que el delincuente tiene más derechos que la autoridad policial. Hay que profesionalizar a las fuerzas de seguridad. Hacer una buena selección de los aspirantes, y no que entre cualquiera porque es familiar de, o como salida laboral. Como existen vocaciones para médicos, abogados, carpinteros, debe existir la vocación de servir a través de una fuerza de seguridad.
La Policía debe ser sinónimo de fuerza y orden. En el video viralizado de la pelea de adolescentes, observarán que nadie respeta a los agentes; y que estos no tienen la preparación para reducir a los que están peleando.
Es un tema preocupante, es necesario que del gobernador para abajo (ministro, Jefes Policiales) se sienten a replantear como modernizar y profesionalizar a las fuerzas. Cómo la Policía volverá a ganarse el respeto de la gente. La seguridad del ciudadano está en sus manos pero, viendo episodios como los de hoy, lo único que queda es encomendarse al Señor para que nos salve de algún ataque mafioso.
TICHO para Sin Codigo Tucumán
