Vecinos del Barrio El Salvador cortaron las calles reclamando a la SAT y la Municipalidad capitalina por falta de agua, cloacas y el desastroso estado de las calles
Padres de niños que practican rugby se pusieron en contacto, este sábado, con Sin Codigo, para expresar su malestar por una situación inesperada que debieron vivir (padecer).
“Como cada sábado, nuestros hijos (niños y adolescentes) juegan partidos de rugby y hockey. En nuestro caso, somos del Club Lawn Tennis que tiene dos sedes: una en el Parque 9 de Julio y otra en el Barrio El Salvador (capital tucumana)”, comienza contando Gastón.
“Hoy tocaba jugar en las canchas que el Club tiene en El Salvador. Estamos hablando de unos 300 niños y adolescentes locales, más otros tantos que venían como visitantes. En total unas 700 familias se iban a dar cita en las instalaciones”, cuenta.
“La gran sorpresa fue que, al acercarnos al Club, nos dimos con calles cortadas por los propios vecinos, impidiendonos avanzar. Ante la consulta del motivo, contestaron que están cansados de vivir de manera desastrosa, con falta de agua, cloacas y calles desastrosas“. Y continuó: “Estamos hablando de unos 800 autos que no pudieron entrar, y lo más triste es la desilusión de los cientos de chicos de no pudieron jugar. Lo que debería haber sido un día familiar y de distensión se transformó en frustración e impotencia. ¿Cómo le explicas a los chicos la situación?”.
Gastón y en representación de otros padres, contó que verdaderamente el barrio está en pésimas condiciones y que encuentran razón a los reclamos pero, ¿qué culpa tienen los niños?.
Los políticos parecen más vedette que servidores públicos, pavoneándose en redes sociales o medios de comunicación en vez de ocuparse de los problemas de la gente. Tucumán es una de las provincias más pobres de Argentina. Años de desidia, mentiras y corrupción, la han llevado al colapso.
Las autoridades, en vez de ser austeros en sus estructuras y dedicarse las 24 horas, siete días de la semana en mejorar la infraestructura, como cloacas, agua, caminos, iluminación, etcétera, hacen lo contrario: agrandan las estructuras del Estado, trabajan lo justo y necesario y hacen un acto millonario para mostrar la inauguración de una llave de luz.
Esperamos que el señor Marcelo Caponio y la Municipalidad de San Miguel Tucumán tomen cartas en el asunto y, la frustración de los niños y padres padecida este sábado, no vuelva a suceder.