“Si no vendo, ¿cómo pago el alquiler, la comida, el departamento, todo lo que necesito?”, contó la dueña de un comercio
El paro general de la CGT de este jueves, con adhesión de los distintos sindicatos de transporte, generó que más de 6 millones de usuarios se vieran afectados. Sin embargo, también hubo otras personas que sufrieron inconvenientes: los comerciantes.
Por ejemplo, una kiosquera del barrio porteño de Barracas contó que se vio perjudicada por la medida de fuerza debido a que la poca circulación en la zona bajan las ventas. “Se pierde porque no se labura como un día normal, de 100% se vende un 30%”, lamentó.
“Hay que trabajar, porque no tenemos un sueldo fijo, ni un bono. Nos ganamos el día a día trabajando, nuestros sueldos lo tenemos que hacer trabajando”, aseguró. Y reforzó: “Si no vendo, ¿cómo pago el alquiler, la comida, el departamento, todo lo que necesito?”.
Ante esto, insistió en que los días feriados o de piquete para ella son iguales. “Trabajamos porque es la única forma de salir adelante, no hay que esperar a que nos den nada”, insistió.
El caso de un taxista, también es muy gráfico. Al ser consultado sobre si había tenido en cuenta la posibilidad de adherirse al paro, dio una respuesta contundente: “Si no trabajo un día, no como. Hay que trabajar para mantener a la familia”.
En Tucumán pasa algo parecido. Una recorrida por el centro de la ciudad, se vio todos los comercios abiertos, con sus empleados presentes. Al ser consultados, muchos viven cerca y llegaron caminando pero, otros fueron acercados por algún familiar o amigo. A gran diferencia de los empleados públicos, que apañados por los gremios peronistas no fueron a sus lugares de trabajo (sin ningún tipo de represalia por la falta), los privados tienen que laburar.
