NOVEDADES

La intendente de San Miguel de Tucumán corre el riesgo de dejarse seducir por el “canto de sirenas” del kirchnerismo y el peronismo residual

Rossana Chahla (Partido Justicialista) es nueva en política. Catapultada desde el Ministerio de Salud de Tucumán (2015-2021) hizo una carrera -política- meteórica. La buena gestión, percibida por la población, durante la pandemia le sirvió para bien posicionarse en el electorado. Primero como diputada nacional (2021-2023) y luego ganando las elecciones para intendente de la capital provincial (2023-2027). No solo se transformó en la primer mujer en llegar a ocupar ese cargo -por el voto popular- sino que recuperó un bastión antiperonista de muchos años.

En el famoso y trascendente 2021 (para los tucumanos), año en que comenzó la grieta peronista provincial y donde Juan Manzur -entonces gobernador- y Osvaldo Jaldo -vicegobernador- decidieron enfrentarse en una interna partidaria. Eran elecciones para diputados nacionales. Jaldo decidió encabezar una lista, y Manzur propuso a Chahla para encabezar otra. En la interna, ganó la entonces ministra de Salud apoyada por todo el aparato partidario. Luego, en 2023, le propusieron ser candidata a intendente de la capital de la provincia. Una jugada inteligente y arriesgada a la vez, y ganó, ajustada. El mentor de la doctora siempre fue Juan Manzur.

La relación entre Chahla y Jaldo siempre fue respetuosa y protocolar, pero ¿de desconfianza?. La doctora tiene buena imagen dentro del electorado tucumano. En la última encuesta de CB Consultores la ubica en la mitad de la tabla entre 24 intendentes del país, es decir, de buena gestión -no está mal para llevar solo un año de gestión-. Actualmente, dentro del peronismo local, la única persona que podría competirle a Jaldo en el futuro es ella, aunque el gobernador le lleve bastante ventaja en cuanto a imagen positiva y experiencia política.

La grieta de Jaldo con Manzur, el acercamiento del gobernador hacia el Gobierno nacional y la falta de populismo K hacia los “cumpas” – los muchachos esperan cargos en el Gobierno, planes, contratos, etcétera, que el mandatario no les da-, ha dejado heridos y rencorosos dando vueltas. Chahla, en su gestión ha acogido a varios “heridos” manzuristas. Muchos merodean “su casa” -la intendencia- y podrían estar endulzándole el oído para que se diferencie de Jaldo y, por qué no, enfrentarlo en 2027. La realidad es que ella está gestionando y es la responsable de medio millón de ciudadanos. Difícilmente decida enfrentar al gobernador, por ahora.

Por otro lado, aunque no lo quieran ver los peronistas, la gente ha cambiado de “chip”. Ya no quiere populismo ni la forma “vieja” de hacer política. Para colmo, las cosas a Milei empiezan a salirle bien: baja de inflación, de riesgo país, comienza a haber créditos, y leve reactivación. Lo peor de todo -para los peronistas- es que los ciudadanos, en su gran mayoría, banca al Gobierno nacional, a pesar de todo. Jaldo apostó bien. Rossana Chahla está haciendo las cosas bien y tiene un buen futuro político. Lo importante es no dejarse marear por perdedores, que la quieran usar. El secreto, quizás, es mantenerse con los pies en la tierra y el contacto con la gente. Y tiempo al tiempo.

TICHO para Sin Codigo

COMPARTIR NOTICIAS

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *