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Un minuto de golpes y ensañamiento y un abrazo para festejar la locura asesina a Fernando Báez Sosa

El nombre de Fernando Báez Sosa resuena con fuerzas en estos días en Argentina, a casi tres años del brutal y escalofriante asesinato de este joven de 18 años, estudiante de derecho y proveniente de una familia humilde de inmigrantes y asesinado a golpes, en la madrugada del 18 de enero de 2020, por un grupo de rugbiers a la salida del boliche Le Brique de Villa Gesell.

Los atacantes de la víctima eran ocho rugbiers. Veinte segundos después de darle patadas, piñas y pisotones a Fernando y dejarlo tirado en la vereda con la cara ensangrentada, dos de los integrantes del grupo agresor miraron hacia donde estaba el joven y se abrazaron para festejar (¿la barbarie?).

Todo estuvo grabado por las cámaras de seguridad del lugar. En una de las filmaciones de seguridad se observa que uno de los ocho imputados por el homicidio comienza a grabar, con su teléfono celular, el momento en que comenzó el ataque y que terminó, 60 segundos después, con el joven asesinado a golpes de puño y patadas.

Nunca en la historia penal argentina hubo tantos registros fílmicos de un asesinato. Para la Justicia constituyeron pruebas claves para reconstruir cómo fue el ataque.

Luego del ataque, los ocho integrantes se van del lugar del hecho. Una cámara de un supermercado chino registra cuando uno de los integrantes del grupo “se chupa la mano derecha” (para quitarse la sangre del joven que había golpeado y que quedó en su mano).

Los estudios de ADN realizados en las prendas de los ocho imputados revelaron que el 70% de la ropa de los agresores tenía sangre de Fernando Báez Sosa.

Al regresar hacia la casa que habían alquilado en Villa Gesell, el grupo de inadaptados pasó por el Hotel Inti Huasi. Allí una empleada manifestó ver al agresores: “Estaban muy exaltados, muy contentos, contentísimos y felices”. Y escuchó decir: “Le rompí toda la jeta, viste…. le llené toda la jeta de sangre”.

Actualmente, se está realizando el juicio a los ocho rugbiers acusados del asesinato.

Pronto, SE HARÁ JUSTICIA. Aunque nada ni nadie podrá devolverle a Fernando a esos padres que, como manifestaron, están muertos en vida por el dolor.

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