Tucumán: ¿hasta cuándo los ciudadanos van a seguir “bancando” la falta de agua en la provincia?

Gobierno provincial, SAT, intendentes, delegados, legisladores, todos son responsables y “miran para otro lado”

Dentro de las innumerables carencias de Tucumán está la falta de agua potable.

El agua es un recurso vital para la vida humana. El agua es tremendamente valiosa para nuestros hogares y la salud. Pero también es un recurso finito e irremplazable, que se corren muchos riesgos si no se lo sabe administrar.

Durante décadas, no se supo -o no se quiso- gestionar, invertir, prever un recurso natural imprescindible para la vida. No hay datos oficiales, actuales, del porcentaje de hogares con acceso a agua potable en la provincia.

Es importante destacar que existen desigualdades significativas en el acceso al agua potable dentro de Tucumán. En los barrios populares, se estima que más del 80% de los habitantes no tiene acceso al agua potable, y superaría el 90% la carencia de conexión a cloacas.

Además, la provincia enfrenta desafíos relacionados con la escasez de agua, especialmente en áreas urbanas, debido a factores como el crecimiento demográfico, la sobreexplotación de acuíferos y las sequías prolongadas.

La provincia tiene carencias con respecto a la red de cloacas, tratamiento de líquidos cloacales, y donde hay cloacas, las mismas están detonadas. Por lo tanto, se observan en muchas zonas del Gran Tucumán, derrames de líquidos cloacales permanentemente.

Hace un año atrás, dos concejales de San Miguel de Tucumán, presentaron un informe alarmante que revela la falta de calidad del agua en dos barrios de la capital. El informe se basa en dos muestras de agua tomadas en el Barrio Zenón Santillán y el Barrio San Miguel. La primera muestra, recopilada a fines de 2023, por la Dirección de Salud Ambiental de la provincia, reveló la presencia de coliformes en niveles alarmantes, casi 23 veces por encima del límite establecido por el Código Alimentario Nacional. Este hallazgo indica la contaminación del agua con bacterias provenientes de desechos fecales.

La segunda muestra, tomada en enero de 2024, mostró parámetros físico-químicos que excedían los límites aceptables según el Código Alimentario. El agua presentaba un color marrón y una turbidez significativa, lo que la hacía no apta para el consumo humano. Los concejales denunciaron que estas muestras oficiales contradicen las afirmaciones de las autoridades de Servicios de Agua y Saneamiento de Tucumán (SAT) sobre la potabilidad del agua en la región.

Los concejales destacaron la seriedad del informe, el cual se basó en evidencia oficial proporcionada por el Estado de Tucumán a través de sus órganos técnicos. Por supuesto que, después, salió el Ministerio de Salud provincial diciendo que el agua en Tucumán es totalmente potable. Esas cosas de la política ¿viste?.

La falta de agua potable en Tucumán es UN DATO Y NO UN RELATO. Las cloacas rotas, con el desborde de materia fecal, que fluyen por las calles tucumanas como río en la pradera, es UN DATO Y NO UN RELATO.

Los tucumanos se acostumbraron a vivir en medio de la materia fecal (por ser fino en la descripción), y a carecer de agua potable, higienizándose como pueden, dejando de lavar verduras, y eliminando los deshechos humanos vaya a saber cómo.

Sería importante que los tucumanos ejerzan sus derechos como corresponde, y realicen una demanda masiva al gobernador Osvaldo Jaldo, siguiendo por el responsable de la SAT, Marcelo Caponio, continuando por cada intendente y delegado comunal y hasta cierto ministros. Todos son responsables directa, o indirectamente, de la falta de agua, o la mala calidad de la misma.

¡BASTA DE RELATOS Y PROMESAS INCUMPLIDAS. BASTA DE DESCUIDAR LA SALUD DE LOS TUCUMANOS. BASTA DE SUBESTIMAR A LA POBLACIÓN!.

TICHO para SIN CODIGO

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