Después de 12 años como líder de la Iglesia católica, el papa Francisco falleció este 21 de abril, a los 88 años, luego de sufrir un derrame cerebral que le provocó un paro cardíaco irreversible
El funeral de Francisco durará varios días y seguirá una serie de pasos. Comenzó con la confirmación de la muerte en la Capilla privada del Papa y continuará con la preparación del cuerpo y su exposición en la Basílica de San Pedro del Vaticano para la veneración de los fieles. Por último, el entierro se llevará a cabo en la Basílica de Santa María la Mayor, en la Ciudad de Roma, un lugar elegido especialmente por el mismo Francisco.
¿Qué dice el protocolo sobre el rito de entierro y qué cambios hizo el Papa?
El deseo explícito del Pontífice fue simplificar y adaptar el rito funerario para que “exprese mejor la Fe en Cristo resucitado” y no represente al Papa como un “poderoso del mundo”, sino como pastor y discípulo de Cristo.
Esta reforma buscó “devolver el funeral del Papa a su genuina fisonomía de oración eclesial”, y dejar atrás aspectos ceremoniales o simbólicos que lo acercaban a un acto de poder. Antes, el ritual se regía por las indicaciones incluidas en la Constitución Apostólica publicada por Juan Pablo II, en 1996, y en la versión actualizada en 2013 por Benedicto XVI.
Entre las modificaciones más destacadas, se incluye que el lugar de la verificación de la muerte será la Capilla privada del Papa y no su habitación, como se hacía antes, y la utilización de un único ataúd de madera con un interior de zinc.
Otro cambio significativo es la exposición del cuerpo en la Basílica Vaticana. A diferencia de los funerales anteriores, el cuerpo será exhibido dentro del ataúd abierto, sin el uso de un féretro elevado. También se eliminó el traslado inicial al Palacio Apostólico, y el féretro se cerrará la víspera de la Misa funeral.
Funeral y entierro del Papa Francisco, paso a paso
El primer paso: la confirmación de su muerte: La muerte se comprobó mediante un estudio electrocardiograma tanatológico y fue confirmada por el profesor Andrea Arcangeli, director de la Dirección de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Los departamentos del Papa también estarán cerrados y no se permitirá la entrada a nadie: tradicionalmente esto se hacía para evitar saqueos. Otro antiguo rito también se lleva a cabo tras la declaración de su muerte: la destrucción del anillo papal.
El segundo paso: el traslado del cuerpo y la vigilia: Tras la confirmación de su muerte, su cuerpo será colocado inmediatamente en un único ataúd de madera, con interior de zinc, eliminando el tradicional uso de 3 ataúdes de ciprés, plomo y roble. Este cambio lo decidió Francisco a través del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis.
El Papa difunto será vestido con su sencilla sotana blanca y vestimentas rojas.
Luego, el cuerpo será trasladado directamente a la Basílica de San Pedro, donde se exhibirá en el ataúd abierto, sin el uso de un féretro elevado como en rituales anteriores. En esta etapa, también se eliminó el traslado al Palacio Apostólico, dentro del Vaticano, lo que simplificará el proceso. En la víspera de la misa exequial, el féretro será cerrado.
Todo el arreglo del funeral será presidido por el Cardenal Camarlengo, Monseñor Kevin Joseph Farrell, en la Capilla de la Casa Santa Marta, quien fue elegido por Bergoglio y tiene la tarea de dirigir el Vaticano hasta que se elija un nuevo Papa.
También estarán los familiares del Papa y asistirá el Director de la Dirección de Sanidad Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano, Andrea Arcangeli, y del vicedirector, Luigi Carbone.
El tercer paso: el entierro del cuerpo en la Basílica de Santa María la Mayor: Después de la Misa exequial, se celebrarán 9 días consecutivos de misas en sufragio, conocidas como “novendiales”. Estos serán días de luto. Luego, entre 15 y 20 días después de su muerte, se espera que comience el Cónclave, donde los cardenales se encerrarán y elegirán al nuevo Papa.
El entierro tendrá lugar en la Basílica de Santa María la Mayor, en la Ciudad de Roma, un lugar elegido personalmente por el Papa Francisco.
Además, el entierro será realizado con un solo traslado directo a su lugar de sepultura, sin las ceremonias previas tradicionales. Esto implica que no será enterrado en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, donde se encuentran la mayoría de los Papas.