El aumento de asesinatos, robos, entraderas y demás delitos violentos, con delincuentes cada vez más chicos, a partir de los 14 años, muestra que el negocio de la droga está ganando la batalla
El problema económico y social de la provincia de Buenos Aires, sobre todo en el Conurbano donde viven alrededor de 10 millones de personas, de Rosario y otras ciudades (cada vez más) del país, hace que los adolescentes y jóvenes busquen una salida en las drogas. Pero no solo es lo económico-social, el principal problema es la permisividad de un poder político, gremial, policial y judicial que en muchos casos están comprados por los narcos.
Es un hecho que la violencia que se vive día a día en las calles está asociada al narcotráfico y consumo de drogas. El consumo de drogas ha crecido de manera alarmante en los últimos años, principalmente el de cocaína, metanfetaminas y paco. ¿Cómo se ha llegado a una situación en la que se asesina a una persona para robarle un celular y luego venderlo para comprar paco?. Los punteros mafiosos, que proveen de la droga, reclutan cada vez personas más chicas (12, 13, 14, 15 años) que por un par de zapatillas los mandan a robar y hasta matar porque como son menores de edad, “se salvarán” de la cárcel.
El narcotráfico se expande a una velocidad alarmante. Algunos políticos corruptos permiten el funcionamiento de este mercado, algunos empresarios que lavan dinero, algunos periodistas que no investigan a fondo el tema, algunos jueces que no imponen sanciones como corresponden, y algunos policías que están involucrados en este negocio tienen su cuota de responsabilidad en la creación del mercado de drogas.
Ya no se puede mirar a países como Colombia, México, Bolivia, Ecuador y decir: “Eso no sucederá acá”. Ya está sucediendo en muchos barrios del país. Se vive una crisis que está destruyendo el presente y dejando sin futuro. Las autoridades deben hacer algo AHORA. Se deben tomar medidas claves: afianzar la seguridad, combatir la corrupción, incorporar nuevas tecnologías, depurar la política, la justicia y la policía.
Pero, la base de todo cambio y progreso es la EDUCACIÓN. Ojalá no sea demasiado tarde.
TICHO, para Sin Código Tucumán