“Más vale solo que mal acompañado” no sería bueno
Un nuevo estudio encuentra que la soledad persistente afecta a los cerebros que envejecen y aumenta significativamente las probabilidades de demencia de una persona.
Una investigación del Instituto Nacional de Salud Mental de EEUU rastreó los autoinformes de soledad y la salud neurológica de más de 600.000 personas en todo el mundo.
El estudio encontró que la soledad se vinculó con un aumento del 31% en la probabilidad de que una persona desarrollara cualquier forma de demencia. La soledad también aumentó las posibilidades de deterioro cognitivo en las personas en un 15%.
En 2023, el cirujano general de EE. UU., el Dr. Vivek Murthy, publicó un informe sobre la soledad y el aislamiento entre los estadounidenses, calificándolo de “epidemia”. Los efectos de la soledad en la salud física y mental ya son bien conocidos. “Nuestro laboratorio ha encontrado que la soledad es crítica para la salud futura en una variedad de formas distintas, incluyendo nuestra longevidad, es decir, cuánto tiempo vivimos”, anotó Ó Súilleabháin, director del Laboratorio de Personalidad, Diferencias Individuales y Salud Bioconductual de la universidad irlandesa.
“La soledad es de vital importancia para la salud cognitiva, ya que la soledad conduce al desarrollo futuro de demencia, demencia vascular, enfermedad de Alzheimer y un deterioro cognitivo más general”, explicó.
El estudio fue dirigido por la Dra. Martina Luchetti, del Colegio de Medicina de la Universidad Estatal de Florida, en Tallahassee.
En un comunicado de prensa de la Universidad de Limerick, dijo que el estudio tiene un aspecto positivo: la soledad es un factor de riesgo que se puede cambiar.
“Hay diferentes tipos y fuentes de soledad que pueden afectar a los síntomas cognitivos en todo el proceso de la demencia”, dijo Luchetti. “Abordar la soledad promoviendo un sentimiento de conexión podría proteger la salud cognitiva en la vida posterior”.