Fue el primer duelo entre los candidatos a la presidencia de los EE.UU. ¿Quién ganó?, según quién opine pero la mayoría apunta a una ventaja de la demócrata Kamala Harris
Durante noventa minutos intensos, la vicepresidenta demócrata y el expresidente republicano chocaron con vehemencia para fijar la agenda de campaña cuando quedan 55 días para los comicios del 5 de noviembre.
La vicepresidente demócrata y el ex presidente republicano protagonizaron una batalla pública para explicitar su mirada respecto a la política doméstica y el tablero internacional. Harris apoyó su discurso de campaña planteando que había que dar vuelta la página, en un crítica directa a la posición de Trump y un cuestionamiento indirecto a la gestión de Joseph Biden en la Casa Blanca. La vicepresidenta ofreció un paquete de medidas económicas que Biden no desplegó en su mandato de cuatro años.
“Esta discutiendo conmigo, no con el presidente Biden”, replicó Harris cuando su adversario republicano intentó pegar su posición a los resultados económicos que dejará Biden.
A su turno, Trump aseguró que la administración demócrata destruyó la economía de Estados Unidos por la inflación y el desempleo. El candidato republicano rechazó que estuviera analizando una baja de impuestos para los sectores más ricos y ratificó su decisión geopolítica de imponer aranceles a las importaciones de China.
“Conmigo no hubo inflación, y ellos (por Biden y Harris) pusieron la inflación más elevada de la historia”, dijo Trump al comienzo del debate.
En este tramo de la discusión pública, Trump y Harris apuntaron a idéntico objetivo electoral: dar una respuesta directa a la principal preocupación en los estadounidenses: la economía hacia adelante, en un contexto de inflación constante y una señal de enfriamiento en la creación de puestos de trabajo.
Por el sorteo que se hizo previo a la confrontación pública, Harris debía hacer su cierre antes de escuchar a Trump.
La candidata tiene una estrategia electoral que apunta a mirar hacia adelante y sellar las diferencias con los votantes republicanos que siempre ocuparon el centro del tablero. Hacia ellos se dirigió cuando el debate agonizaba.
“Seré la Presidente de todos los estadounidenses”, cerró Harris.
Trump ya sabía que se quedaba con la última frase de un debate que tuvo audiencia histórica. Y debatió con su staff que debería decir como cierre. Una frase conciliadora, o una línea que sintetizará su naturaleza política.
Al final, Trump fue fiel a sí mismo: “Kamala Harris es la peor vicepresidente de EEUU”, dijo.