Ante una decisión que no tenía “patas ni cabeza”, el Gobierno retrocedió en una medida ilógica
Para descomprimir el malestar social de la clase media, el Gobierno decidió dar marcha atrás con la resolución que autorizó a las compañías de seguros a dejar de prestar el servicio de grúas en forma obligatoria a partir del 1° de julio.
“Se está por firmar una resolución que deroga la anterior, por lo cual vuelve a estar el servicio de remolque y grúas en los mismo términos que estaba antes”, confirmaron fuentes de la Superintendencia de Seguros.
La Resolución 217/2024, publicada en el Boletín Oficial, había planteado el objetivo de desregular el sector, “proteger al ciudadano” y aumentar la competencia. En rigor, algunas compañías de seguros ya habían empezado a enviar a sus clientes cartas notificando los cambios.
La modificación implicaba, además, que las aseguradoras ya no estuvieran obligadas a cubrir los “desperfectos o problemas mecánicos, de batería, de arranque, eléctricos, pinchaduras, cortaduras y/o reventones de las cámaras o cubiertas o falta de combustible”. Solo tendrían la obligación de cubrir los costos de grúa y auxilio mecánico en los casos de “accidente, incendio y robo y/o hurto”.
Todo eso quedará sin efecto. Buena noticia que el Gobierno escuche.