El eterno reciclaje de los peruKas: enemigos en campaña, socios en el poder

Los peronistas juntos y REVUELTOS. Se pelean, odian, traicionan, roban, se insultan PERO, a la hora de ir a una elección, SE AMAN

El peronismo no es una ideología ni un proyecto de país, sino un mecanismo de poder. Las disputas internas son solo puestas en escena para luego reconfigurarse según la conveniencia del momento.

El pacto implícito del peronismo

Desde su nacimiento, el peronismo ha demostrado una capacidad única para dividirse y luego reunificarse cuando el poder está en juego. Las peleas internas no son más que disputas de liderazgo, nunca de principios.

Traiciones y reconciliaciones: Historia de un modus operandi

Sergio Massa y el kirchnerismo: En 2013, Massa rompió con el kirchnerismo, prometió “meter presos a los corruptos”, calificó al Gobierno de Cristina de “cleptocracia” (Sistema de gobierno en el que prima el interés por el enriquecimiento propio a costa de los bienes públicos), “Yo voy a barrer a los ñoquis de La Cámpora que nos quieren dejar como parásitos en el Estado”, y en 2019 terminó siendo su aliado.

Manzur y Jaldo en Tucumán: En 2021, una guerra total entre ambos, con acusaciones cruzadas y un enfrentamiento feroz por el poder. En 2023, sin embargo, fueron juntos a la elección sin ningún problema.

Duhalde y los Kirchner: Duhalde lo impulsó a Néstor en 2003, luego se enfrentaron, pero después volvió a coquetear con el peronismo kirchnerista.

Menem y Kirchnerismo: Los Kirchner fueron menemistas en los ’90, luego lo demonizaron, pero después Néstor Kirchner le dio fueros en el Senado para evitar que fuera preso.

La falta de valores y el afán de poder

En cualquier sistema político sano, las diferencias ideológicas marcan límites claros. En el peronismo, no existen esos límites.

¿Cuántas veces un dirigente peronista llamó “corrupto” o “traidor” a otro peronista y luego compartió lista con él?

La corrupción es un hilo conductor: todos roban, todos se protegen. Y cuando el poder está en riesgo, las diferencias desaparecen.

El peronismo como maquinaria de poder

El problema no es que se peleen o se reconcilien, sino que lo hacen sin importar las ideas ni los valores, sino únicamente para sostenerse en el poder.

Mientras la oposición no entienda esta lógica y juegue bajo reglas morales, el peronismo seguirá reciclando sus líderes, reinventando sus discursos y garantizando su supervivencia.

TICHO para SIN CODIGO

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