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Los contagios por sífilis no paran de crecer. Qué es, cómo se previene y cómo se cura

“Los casos de sífilis aumentan en las Américas”, advirtió hace unos días la Organización Panamericana de la Salud (OPS). El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), viene señalando que el aumento de infecciones de transmisión sexual (ITS), entre las que se incluye la sífilis, es tan “asombroso” como “inquietante” y exige un mayor trabajo de prevención.

La sífilis es una infección bacteriana de transmisión sexuales prevenible y curable, pero los casos han aumentado en todo el mundo en más de 1 millón en 2022, alcanzando un total de 8 millones”, precisa la OMS. Durante ese año, se reportaron a nivel global 230 mil muertes relacionadas con la enfermedad.

El continente americano enfrenta actualmente la mayor incidencia mundial, con más del 40% de todos los nuevos casos.

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Sífilis en Argentina

Lo que ocurre en Argentina está en perfecta sintonía con el panorama regional y mundial. La sífilis continúa siendo un desafío para la salud pública, a pesar de que se cuenta con herramientas eficaces para su prevención, diagnóstico y tratamiento.

Durante el período 2018-2021, se notificaron en el sistema nacional de vigilancia un total de 97.336 casos de sífilis en la población general.

“Estamos viendo una curva ascendente en todas las infecciones de transmisión sexual, pero principalmente de sífilis y no solo sífilis temprana. Hemos tenido internación por neurosífilis”, dijo Viviana Leiro, jefa del servicio de Dermatología del Hospital Muñiz, donde funciona el consultorio de enfermedades de transmisión sexual (la mayoría de las ITS desarrollarán manifestaciones en la piel en algún momento de su evolución).

“Es tremenda la cantidad de sífilis que vemos”, contó Analía Urueña, directora del Centro de Estudios para la Prevención y Control de Enfermedades Transmisibles (CEPyCET) de Isalud. En el hospital en el que se desempeña, donde realizan testeos rápidos, “todos los días detectamos nuevos casos”, añadió.

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Qué es la sífilis

La sífilis es una infección producida por la bacteria Treponema pallidum (TP), que se transmite fundamentalmente por contacto sexual y vertical (durante el embarazo o el parto). Su evolución se divide en varias etapas (primaria, secundaria, serológica o latente y terciaria). Muchas personas no tienen síntomas o no los notan.

En la etapa primaria, se caracteriza por la aparición de una úlcera indolora llamada chancro. Suele aparecer en la boca, el ano, el pene o la vagina. Por lo general se cura sola y, si el paciente no consulta (o consulta y lo diagnostican mal), no hace el tratamiento correcto, la lesión desaparece y la infección permanece “dormida”, solo detectable a través de pruebas de laboratorio, pero se sigue transmitiendo.

En la etapa secundaria, pueden aparecer erupciones cutáneas (unas pápulas eritematosas coloradas) en tronco, manos y plantas de pies; fiebre; inflamación de ganglios y malestar general. A esta etapa se dice que la sífilis puede ser una “gran simuladora”, porque los casos atípicos pueden manifestarse con signos comunes a otras enfermedades, confundirse y pasar inadvertida.

En la etapa tardía o terciaria, pueden desarrollarse complicaciones graves como daño a los órganos internos, huesos, corazón y al sistema nervioso. De uno a cuatro pacientes no tratados pueden padecer neurosífilis en cualquiera de las etapas de la enfermedad.

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Por qué crecen los casos de sífilis

“El aumento de las infecciones por sífilis puede atribuirse a varios factores, como la insuficiente concientización sobre la enfermedad, las disparidades en el acceso a los servicios de salud y en el diagnóstico y tratamiento, y el persistente estigma en torno a las enfermedades de transmisión sexual, que puede disuadir a las personas de buscar asistencia médica”, esgrimen desde la OPS.

“Creo que hay bastante falta de información sobre las infecciones de transmisión sexual“, coincide Leiro. En ese aspecto, hace hincapié en la falta del uso de preservativo que responde, según ella, también a “la tranquilidad que trajeron los nuevos tratamientos para el VIH”, que permiten que el virus permanezca indetectable y, por lo tanto, sea intransmisible.

La profilaxis preexposición para VIH es otro factor que contribuye a esa relajación. “Es una estrategia de prevención excelente, demostró ser sumamente efectiva. Pero hay personas que a partir de esta estrategia dejaron de usar preservativo, probablemente creyendo que también disminuye el riesgo para otras infecciones de transmisión sexual”, considera Leiro. NO ES ASÍ,

Además de la sífilis, se encuentran en ascenso otras ITS como gonorrea, clamidia y linfogranuloma venéreo.

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