Después de volverse viral con un emotivo video en el que se despedía entre lágrimas de su perro y los animales que cuidaba, Víctor Díaz, un trabajador rural paraguayo, logró dar vuelta una historia que empezó con injusticia y terminó con esperanza
Víctor había sido despedido de una Estancia en San Vicente, Buenos Aires, donde trabajó durante más de una década. ¿El motivo? Publicar en redes sociales videos mostrando el estado del campo y denunciando el deterioro de un silo bolsa. La sinceridad de sus publicaciones, al parecer, incomodó a sus empleadores, que optaron por echarlo.
Pero lo que parecía el final, fue apenas el comienzo. Su historia conmovió a miles en redes, que no sólo se solidarizaron con él, sino que también le abrieron nuevas puertas laborales. Propuestas no le faltaron y, con la humildad que lo caracteriza, compartió la buena noticia:
“Gracias a Dios, me abrió un montón de puertas. Me contrató una empresa seria”, dijo emocionado.
Hoy, Víctor ya tiene trabajo nuevo y su caso se convirtió en un símbolo de cómo la visibilización en redes y el apoyo colectivo pueden cambiarle la vida a alguien que solo pedía trabajar con dignidad.
