Tras tres inspecciones municipales y la intervención del Tribunal de Faltas, el individuo fue sancionado por maltrato animal. El can fue hallado en estado grave con anemia, delgadez y parásitos
Un hombre de la Zona Oeste de Rosario fue sancionado con una multa de 445.900 pesos luego de comprobarse que mantenía a su perro en condiciones de abandono y sin los cuidados mínimos requeridos.
El caso comenzó a raíz de una denuncia presentada ante el municipio, que derivó en una primera visita al domicilio, el pasado 15 de enero. En esa ocasión, los agentes encontraron al perro -identificado como Teo– en un patio, sin agua ni comida, y en evidente estado de delgadez, con garrapatas visibles en todo el cuerpo y signos de mucosidad en los ojos.
Una joven que atendió a los inspectores explicó que el animal pertenecía a su padre, quien se había mudado, y que lo había dejado a su cargo de manera temporal. A pesar de esa explicación, se labró un acta e intimaron a que el perro fuera atendido por un veterinario y que se readecuaran sus condiciones de vida.
Pasaron los días y llegó la segunda inspección. Esta vez, los agentes fueron acompañados por un médico veterinario del municipio. El cuadro seguía siendo alarmante: el animal seguía bajo de peso y presentaba mucosas pálidas, un indicio de salud deteriorada.
Según informó Rosario3, el profesional elaboró un informe que fue incorporado al expediente, y se labró una nueva infracción. Las recomendaciones fueron reiteradas, pero, una vez más, no hubo mejoras.
Durante la tercera y última inspección, los agentes fueron recibidos por el hombre señalado como responsable del animal, es decir, el padre de la joven. El cuadro no había cambiado: el perro estaba más delgado que antes. El mismo propietario presentó análisis de sangre que indicaban que Teo padecía Heptozoon Canis, una enfermedad transmitida por garrapatas. Fue entonces cuando accedió a entregar al perro de forma voluntaria, y este fue trasladado al Imusa.
En el centro municipal, los primeros estudios confirmaron el diagnóstico y revelaron que el animal también sufría anemia, y presentaba alteraciones renales y hepáticas. En ese contexto, la Procuración General de la Fiscalía de Faltas intervino en el expediente y solicitó que se asignara un juez para analizar el caso. El Área de Protección Animal incluyó en sus argumentos varias infracciones al Código de Convivencia Ciudadana, haciendo especial hincapié en la necesidad de atención veterinaria urgente y en el incumplimiento de las intimaciones previas.
Finalmente, el Tribunal de Faltas resolvió imponer una sanción económica de 445.900 pesos, calculada en unidades fijas (UF). Según informaron desde el municipio, el importe no deberá abonarse en efectivo, sino mediante la entrega de alimento para perros y gatos alojados actualmente en el Imusa.