Tucumán: otra tragedia en la Autopista Sur y van… Cuando la desidia gubernamental mata

Una vez más, la inseguridad vial en la provincia cobra vidas. Entre la falta de infraestructura y la irresponsabilidad al volante. Culpas compartidas, muertes evitables. Estadísticas alarmantes

Este domingo, un accidente fatal en la Autopista Sur terminó con la muerte de una mujer joven y su hija de 9 años. Una bebé -también hija de la fallecida-, de tan solo 10 días, lucha por su vida encontrándose en estado grave. El luctuoso hecho volvió a poner en evidencia el drama de las rutas tucumanas: un cóctel de desidia estatal, falta de planificación urbana, ausencia total de infraestructura y la irresponsabilidad ciudadana que siempre está presente.

La zona del Mercofrut -solo tomada como referencia pero abarca mucho más-, además de ser conocida por la inseguridad y los robos, se ha transformado en una trampa mortal. Allí, los cruces clandestinos son moneda corriente. Calles improvisadas, sendas hechas por los mismos vecinos, peatones que se juegan la vida cada día para cruzar la autopista. A esto se le suman los vehículos que circulan a alta velocidad -camiones, colectivos, autos- por una vía que fue pensada como una autopista, pero que funciona como un caos.

El crecimiento urbano descontrolado alrededor de la autopista, sin planificación ni obras complementarias, ha dejado a cientos de familias aisladas, sin puentes peatonales, sin vías alternativas, sin iluminación, sin seguridad. Los vecinos cruzan la autopista, permanentemente, porque no tienen otra opción, aunque no deja de ser irresponsable.

La tragedia del domingo no es un hecho aislado. Es parte de una larga cadena de muertes evitables, de heridos, de familias destruidas. Y aunque los habitantes de la zona vienen reclamando desde hace años obras de infraestructura, semáforos, iluminación, pasos seguros y presencia del Estado, las autoridades provinciales siguen mirando para otro lado. El verso de “no hay plata para obras” es solo una excusa. Se gastan millones mensuales en “subsidios” a integrantes de partidos políticos, plata que se podría destinar a reforzar la seguridad vial, y salvar vidas.

Sí, también hay una cuota de responsabilidad social. Cruces indebidos, maniobras peligrosas, falta de conciencia vial. Pero nada de eso puede ocultar la responsabilidad primaria del Estado, que es garantizar las condiciones mínimas de seguridad para vivir y circular.

El combo entre abandono estatal y conductas riesgosas está matando gente.

¿Hasta cuándo? ¿Cuántas muertes más harán falta para que el Gobierno provincial, municipal actúen?

Las soluciones existen: construir puentes, iluminar, señalizar, diseñar vías alternativas, educación, penalización. Pero lo que falta, una vez más, es voluntad política.

Datos clave sobre siniestralidad vial en Tucumán (2024)
• 335 personas fallecidas en accidentes de tránsito en Tucumán durante 2024, lo que posiciona a la provincia en el cuarto lugar a nivel nacional y la primera en el NOA. Esto equivale a un promedio de casi una muerte diaria.
• A nivel nacional, se registraron 5.908 muertes por siniestros viales en 2024, con un promedio de 16 víctimas por día.
El tramo de la Ruta Nacional 9 que atraviesa San Miguel de Tucumán es uno de los más peligrosos del país. Entre 2015 y 2019, se registraron allí 368 siniestros viales con un saldo de 62 personas fallecidas.
• En diciembre de 2024, las cámaras de monitoreo de San Miguel de Tucumán registraron 34 siniestros viales, el doble del promedio mensual. El 48,68% de estos casos resultaron en lesiones para los involucrados .
Los accidentes que involucran motociclistas son particularmente graves. En muchos casos, los conductores no utilizan casco, lo que incrementa la gravedad de las lesiones. El 90% de los motociclistas accidentados requirieron asistencia médica urgente, y muchos millones de pesos diarios.

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