Un “”Bar” que en realidad se transforma en boliche. En la madrugada, entre el alcohol, patovicas y trapitos, la zona es un caos donde la muerte merodea cada fin de semana. El hartazgo de los vecinos que no son escuchados por las autoridades
En Tucumán, las desgracias no son tan frecuentes porque debe tener un Dios aparte. Porque si de las autoridades depende, los accidentes y las muertes por violencia, deberían tener cifras escandalosas.
En Maipú al 700, pleno Barrio Norte, existen bares y lugares para comer, pero hay uno que los fines de semana está bien custodiado por patovicas y que, a determinada hora, se transforma en lugar bailable. Una acotación, ese lugar tiene una sola puerta de entrada y salida, la de emergencia no existe. ¿Habilitación? parece que sí.
TUCUMÁN: Los vecinos denuncian que la calle Maipu al 700 es una zona desprotegida, prácticamente liberada
— Observa 360 (@Observa360) April 7, 2025
Los vecinos de la calle Maipú al 700, en el corazón del B° Norte de la ciudad de Tucumán, están exhaustos debido a las constantes peleas, ruidos molestos y pic.twitter.com/jxtNUTu2yf
Cada fin de semana, en la madrugada, se arman trifulcas a la salida. Gritos y peleas. ¿Los vecinos?, bien gracias. Contentos.
Este domingo, alrededor de las 5.30 horas, los gritos volvieron a sacudir la tranquilidad del vecindario. Seis robustos patovicas a las trompadas con dos hombres en medio de la calle. Las imágenes que enviaron los vecinos a SIN CODIGO son brutales. Los gritos se deben haber sentido hasta la Plaza Independencia. ¿Policías? NI UNO. Por suerte, dejaron de golpearse porque parecía que ya lo mataban a golpes a uno de ellos.
“Aquí en Maipú al 700 continuamos con sueño interrumpido, sin horas de calidad de descanso. ¿Hará falta señales de humo para que actúe la Municipalidad de San Miguel de Tucumán o que maten a alguien? No me digan que llame al 911 porque el edificio entero lo tiene como contacto más usado. De lunes a jueves a lo loco, y viernes y sábado el de al lado. El que avisa, no traiciona”, comentó una vecina del lugar.
“Todos los trapitos de la zona se juntan y de 3 a 7 de la mañana nadie duerme durante la semana”, expresó otra vecina. “Hicimos todo por las vías correctas y no hemos obtenido respuesta alguna. Los nuestros no pueden salir por el miedo que tenemos de que vuelvan a casa y esté pasando esto en medio de la calle. El descontrol es total“, aseguró.
¿Qué necesitan las autoridades de la provincia para actuar? ¿Esperan una muerte para salir a hacer declaraciones, con medidas extremas y amenazantes? Actúen como corresponde.
