En fondos no reintegrables, es decir que ¡no se controlan ni se rinden!, en 2022 fueron 20 mil millones de pesos y en 2023 ya van 12 mil millones hasta agosto
Estos números son en base a publicaciones del Boletín Oficial. Entre los envíos de 2022 y 2023 suman más de ¡30 mil millones de pesos!. Lo llamativo es que ni un solo peso de estos miles de millones tuvo como destino alguno de los municipios que gobierna la oposición.
Hay una desproporción en la forma de distribuir la plata respecto a la cantidad de habitantes de cada uno, la categoría del municipio y la demanda de servicios y obras que requiere cada ciudad. Es decir, ¿el dinero que reparte discrecionalmente el gobierno provincial, lo hace de acuerdo al amiguismo con el jefe comunal?.
Para dar un ejemplo: Burruyacu recibió $1.880 millones (en 8 meses) por lo que esa ciudad debería tener hasta autopistas, pero tiene los caminos destruidos. ¿A dónde fue esa plata?.
Por dar otros ejemplos de lo que recibieron otros municipios afines al oficialismo provincial: Banda del Río Salí: $2.215 millones. Lules: $1.546 millones. Aguilares: $1.470 millones. Las Talitas: $1.180 millones. Y así, todos los municipios oficialistas. Los que no recibieron un peso fueron los municipios opositores: Yerba Buena, Bella Vista, Concepción y San Miguel de Tucumán.
Con todo el dinero que recibieron esos municipios, deberían ser ciudades europeas con caminos asfaltados, agua potable, cloacas, escuelas en condiciones, hospitales modelos. Pero nada que ver, son ciudades totalmente destruidas más parecidas a pueblos del siglo 19.
El gobierno provincial y los gobiernos locales que recibieron esa cantidad de plata sin realizar ningún rendimiento, ¿podrían explicar que hicieron con esa plata?. ¿Alguien va a investigar?
Datos tomados de Federico Türpe. La Gaceta Tucumán