Son 120 viviendas que fueron vandalizadas y siguen sin ser entregadas
La construcción de Manantial Sur se puso en marcha a mediados de 2013. La construcción de 2.500 viviendas, lo más grande de Tucumán después de Lomas de Tafí, comenzaron durante la gestión de José Alperovich. Se desarrolló con fondos nacionales (Programa “Techo Digno”), a través del Instituto Provincial de la Vivienda y Desarrollo Urbano (IPV).
Pasaron ¡12 años!, distintos gobiernos, polémicas, usurpaciones, vandalizaciones y millones de pesos, pero la obra nunca se concluyó. Todavía restan entregar 120 casas que el gobernador, Osvaldo Jaldo, se comprometió restaurar para darle un cierre definitivo a un proyecto controversial.
“Viviendas que habían sido abandonadas, saqueadas, vandalizadas y que la Provincia hoy viene a terminar de una vez por todas para que más familias tucumanas cumplan con el sueño de tener una casa propia”, expresó. Remarcó que el Gobierno “sabe perfectamente del déficit habitacional que tiene Tucumán”, dijo Jaldo en la inauguración de las sesiones legislativas.
El gobernador firmó las actas de reinicio del Programa Reconstruir del IPV, a cargo de Hugo Cabral. Contó que son 120 las casas a reparar para ser entregadas, divididas en cuatro sectores de Manantial Sur. Son cuatro las firmas que tienen a cargo los trabajos, con una inversión de $752 millones: Mateo, Gecompe, Codesa y Panamericana. Las primeras tres ya están en obra y tendrán un plazo de cuatro meses para la entrega. Mientras que la última, que tiene a cargo casi 50 casas, aún no comenzó y tendría un plazo de unos siete meses para la ejecución de las obras.