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Un vecino de San Miguel de Tucumán está desesperado por la inseguridad en su barrio y la desprotección total que siente

Martín Gardella Quarantelli se puso en contacto con sin codigo tucuman para contar su terrible experiencia vivida en los últimos dos años en su casa de la calle Manuel Estrada al 3200.

Martín contó: “Anoche, tipo tres de la mañana, en mi casa de Manuel Estrada 3200 volví a tener un hecho de inseguridad. Este debe ser el número siete en un par de años. Con alarma, con cámaras, nada los detiene, encerré (a) mis hijas en la habitación, activé el botón de pánico y esperé ayuda; solamente de la empresa que pago (privada) (vinieron). Porque la policía brilla por su ausencia . El político del barrio, de JxC, prometió hace varios años las alarmas, sólo con la intención de conseguir votos, y jamás las pusieron, sólo promesas. La iluminación de Bulnes al 2100 no existe, es una boca de lobo, una zona liberada. Me harté, el límite son mis hijas, y ustedes quienes deben cuidarnos desaparecen. Esto ya no es vida. Hagan algo, no sé quién, pero hagan algo”.

Gardella se expresó cansado, agotado, y sobre todo, muy asustado por la seguridad de sus hijas.

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¿Qué tendrá que pasar para que esta miserable inseguridad se acabe, o al menos disminuya en ésta provincia?. Un gran porcentaje de las personas que se van del país es, justamente, por la inseguridad. Hay personas que antes caminaban cinco cuadras para llegar a un destino. Actualmente, esas cinco cuadras deben hacerla en taxi, o acompañadas por alguien por temor a un asalto (en el mejor de los casos) porque siempre está latente el peligro de un drogado que te mate.

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