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“Hay que hacer plata y no me queda otra. El problema es que los cuentos se están quemando”, dijo un delincuente

El preso, que chatea desde el WhatsApp de uno de sus cuatro teléfonos celulares, dice que nunca más saldrá a robar con una pistola. ya no quiere más riesgos, roba sin salir de su celda.

“El trabajo” que hace desde la cárcel, con sus celulares como si fuese un empresario detrás de su escritorio es así:

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Un hombre entra a una web que ofrece servicios de “escort vip”. Ve la galería de fotos, con los nombres, la zona y a veces los precios. Elige una. Chatea con ella. Lo que no sabe es que puede ser un perfil falso

El delincuente, desde prisión, le habla como si fuera, por ejemplo, “Celeste, la mejor de palermo”, le manda fotos, le dice bebé te quiero ver, y cuando el hombre se convence, viene el siguiente paso. Le pide la mitad del servicio, más el viaje en taxi si es que arregló ir a la casa de ese hombre, sea transferido a un CBU. El hombre transfiere. Y cuando la supuesta trabajadora sexual le dice que llegó todo bien, le da una dirección. Y enseguida lo bloquea. El hombre llama a ese teléfono y dice que ese número es inexistente. El hombre vuelve a entrar a la página y “Celeste” no figura más. Y se dan cuenta que fueron estafados.

Al otro día recibe un WhatsApp con la foto de un policía: “Soy el comisario tal, a cargo de delitos cibernéticos. Quería citarlo porque usted figura en una investigación porque habló con una menor secuestrada por una red de trata. También puede aparecer un fiscal que le advierte lo mismo. Tanto el “policía” o el “fiscal” le dice que hay una manera de arreglar. Le piden dinero. Caso contrario le espera la cárcel o el escrache en internet por la charla con” la menor”.

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Un experto en estos casos comentó que: “A veces (los presos) agarran un número al voleo: Aunque parezca increíble, una vez me escribieron a mí. Me dijeron que tenían secuestrada a mi mujer. Que debía ir al cajero a buscar dinero. Le seguí la corriente, y al final terminó cayendo (el estafador). Hay mucha gente que cae (en las estafas). Lo de las falsas prostitutas tiene otra variante, a veces a l hombre lo hacen ir al lugar para el encuentro y lo secuestran”.

Durante la pandemia, como no se permitían las visitas a las cárceles, les permitieron a los presos usar celular. ¿Quién controla el uso de teléfonos en las cárceles?.

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