“El sindicalismo perdió la sensibilidad”, comentó el hombre al que le jodieron la vida
La barbaridad y el salvajismo que hicieron los gremialistas de Intercargo con la ciudadanía, llevó a un recuerdo de lo que pasaba en la pandemia: rehenes que no podían despedir a seres queridos o recurrir al médico o volver a sus casas. Traer ese recuerdo a la población es el peor error que podrían haber cometido. Vivir lo peor del año 2020.
Mariano Spinelli debía trasladarse de urgencia desde Mendoza hacia La Plata, pero su vuelo fue cancelado por la medida de fuerza sorpresiva de Intercargo y tuvo que viajar en micro. “No llegué a tiempo”, se lamentó.
“Hoy murió mi viejo y como los de Intercargo se les ocurrió hacer un paro sorpresa, me cancelaron el vuelo para poder ir a despedirlo. Así que ahora estoy en la terminal por comerme un hermoso viaje de 15 horas por bondi. Después no se enojen si gana Milei. Manga de inútiles”.
Spinelli debía tomar un vuelo de urgencia desde la ciudad cuyana para trasladarse lo antes posible a La Plata y llegar a despedir a su padre. Por la medida de fuerza, su vuelo fue cancelado y tuvo que optar por un plan b: “Conseguir un colectivo para esa misma noche. Llegué recién para el mediodía del otro día (por ayer, jueves) a La Plata”.
“¿Llegaste a despedir a tu papá?”,le consultó el periodista Eduardo Feinmann, conductor del programa Alguien tiene que decirlo, a lo que Spinelli contestó: “No, no llegué, del hospital ya me habían recomendado que no lo viera porque ya había pasado mucho tiempo”, dijo angustiado. Y respondió con la voz quebrada: “Así que bueno, lo despediré a mi forma, de otra manera, y transitaremos estos momentos en familia como corresponde”, sostuvo.