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Un psiconeuroinmunólogo, nutricionista y fisioterapeuta aporta una guía para aprender a cuidarse y disfrutar de una vida sana

Cansancio o falta de energía, insomnioansiedad, depresión, dolores crónicos, migrañas, desarreglos menstruales, alergiaseczemas, gases o hinchazón abdominal son algunas de las señales que el cuerpo nos manda para comunicarnos que algo no funciona bien en nuestro interior o en nuestro entorno vital.

El español Xevi Verdaguer cuenta cómo mejorar la salud y disfrutar de una longevidad saludable física, mental y emocionalmente. Explica que la clave para resolver problemas crónicos, como colon irritable, fatiga crónica o fibromialgia, depresiones severas o enfermedades autoinmunes, pasa por reequilibrar la microbiota intestinal: ir a la raíz del problema como la manera más óptima de solucionarlo. Además, hace referencia a la importancia de combatir el estrés crónico y ajustar los ritmos circadianos

Cuando se alteran los ritmos circadianos se genera inflamación en el cuerpo, pero también cuando hay estrés crónico o alteraciones de la microbiota.

“Lo normal sería que por la mañana haya claridad mental, ganas de hacer cosas, foco y concentración. Al cabo de una hora, o así, deberías tener hambre y también sería normal que tuvieras ganas de hacer caca al despertar. Todo esto significaría que tienes una buena activación de las hormonas que regulan el estrés“, comenta Verdaguer.

Y continúa: “Lo que no es normal es tener niebla mental al levantarse, rigidez, dolores musculares, frío, desgano (sin hambre) y tampoco es normal que no tengas ganas de ir al baño. Si no haces caca poco después de despertar, algo no va bien en tu cuerpo. Las personas que defecan al mediodía, o por la tarde, suelen estar cansadas con frecuencia, pican a menudo y suelen tener problemas digestivos.

“También se da el caso de esas personas que se levantan con la barriga plana pero comienzan a hincharse a lo largo de la tarde-noche. Lo que sucede es que cerca de la puesta del sol, que es cuando el sistema inmune se activa, puede aparecer ese hinchazón si existe algún tipo de disbiosis, estrés crónico o dificultades para dormir”, dice Xevi

“Estar cansado y tener hinchazón abdominal suelen indicar que esas personas están tomando de todo (cafés, vitaminas, pastillas, tabaco…) para activar artificialmente esas hormonas del estrés que deberían activarse de forma natural. Hay gente que sólo consigue cagar con café y tabaco, por ejemplo. Y otras personas se dan atracones de pastillas para evitar los gases, pero lo más importante debería ser estudiar las causas que están detrás de esa hinchazón”.

Con respecto a qué señales se debe estar atentos, Xevi comenta: “Si el problema es digestivo, el intestino siempre te lo explica a su manera, es decir, cuando los problemas son de la parte alta, gastritis o reflujo, la gente tendrá apneas del sueñodespertares o falta de descanso nocturno. Y, ¿qué pasa cuando el problema inflamatorio está en el intestino delgado y en el colon? Ya se ha investigado que el intestino es el primer cerebro (no el segundo) por tanto si este se inflama esto impide que absorba correctamente los nutrientes y de esa inflamación es de donde vienen los problemas con la lactosa, la fructosa, el sorbitol o la histamina. Pero además si esto sucede tampoco el cuerpo fabrica seroton

inaGABA (Ácido Gamma Amino Butírico), etc; lo que hace que estas personas se sientan más deprimidos y tengan más problemas de ansiedad. El colon irritable y la diarrea por ansiedad se podría solucionar con GABA, pero la gente se toma ansiolíticos”.

“La consistencia y la frecuencia con la que defecas predice el futuro de tu salud. Por eso me gusta saber si las personas que acuden a consulta tienen estreñimiento, diarrea o cualquier alteración así pues es probable que eso esté asociado al efecto de patógenos”.

Pero, no es habitual hablar de las cacas…, y Verdaguer dice: “Nos preocupamos de ello con los niños pequeños pero no se tiene en cuenta para los adultos. Vemos normal que un bebé tenga rinitis y el culo irritado cuando le están saliendo los dientes, pero de adultos no atendemos a señales como encías que sangran, infecciones de orina de repetición o hongos vaginales de repetición, problemas digestivos como colon irritable o conjuntivitis. Y puede que estés haciendo de todo menos tratar el origen, que puede ser precisamente esas encías que sangran o esa gingivitis. La clave es que el sistema inmunitario de las mucosas se comunica constantemente. Hay que buscar dónde está el inicio de la inflamación de las mucosas. A veces puede ser en la boca, como en este ejemplo, y otras en el estómago o en el intestino delgado. A veces incluso se dan problemas de piel como la rosácea, eczemas… etc y esa persona acude al endocrino o al dermatólogo cuando en realidad la solución está en el sistema digestivo”.

Pautas para ajustar los ritmos circadianos

  • Desayuna entre las ocho y las diez de la mañana.
  • Come entre las 12,30 y las tres de la tarde.
  • Cena entre las seis y las nueve de la noche

Con respecto al descanso, ¿podría decirse que hay una epidemia de insomnio? ¿Eso de acostarse tarde o de dormir poco es una cuestión de cultura, de sociedad, de costumbre…?. “Durante las primeras cuatro horas del descanso nocturno es cuando más horas de ‘sueño no REM’ tenemos. En ese periodo se produce la reparación física, fisiológica y psíquica. Es cuando se activa el sistema inmunológico y se fabrican, por ejemplo, las hormonas de crecimiento… Si no se da este descanso, por la mañana estaremos mal. Esa especie de niebla mental que hace que no consigas recordar esa palabra que tienes en la punta de la lengua, por ejemplo, es un signo de que no has tenido un buen sueño ‘no REM’. Y lo mismo sucede si tienes reflujo, hinchazón y si te cuesta concentrarte”, agrega Xevi.

Por tanto, en las primeras cuatro horas del descanso tiene que existir un sueño profundo, sin despertares. Para que esto ocurra la temperatura corporal tiene que bajar y las hormonas del estrés también tienen que estar bajas. Todo lo que nos lleve a reducir el estrés, nos hará dormir mejor. Y esto es fundamental para prolongar la longevidad del sistema nervioso. Un apunte: si después de cenar tienes los pies fríos sabes que las hormonas del estrés pueden estar altas.

Para conseguir un sueño profundo…

  1. Cena pronto y separa lo máximo posible la hora de la cena de la hora de acostarse (un mínimo de dos horas)
  2. Evita el alcohol
  3. Duerme en completa oscuridad
  4. Evita la luz azul de las pantallas y dispositivos electrónicos
  5. Usa agua caliente para lavarte las manos y la cara antes de acostarte
  6. Ponte medias para que tus pies no estén fríos al meterte en la cama o usa una doble manta para la parte de los pies

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