Este próximo viernes cae día 13. Es una de las fechas más supersticiosas del calendario mundial sin (demasiado) drama
Pero… ¿de dónde viene esta fama negra del viernes 13? ¿Es pura casualidad, cosa de Hollywood, o hay más historia que mito?
¿Por qué viernes y no jueves, o domingo?
El número 13 ya tenía mala prensa desde tiempos antiguos. En muchas culturas, es un número “imperfecto”, que sigue al “12” (símbolo de completitud: 12 apóstoles, 12 meses, 12 signos del zodíaco… todo muy prolijo). El 13, en cambio, aparece como el “colado”, el que desordena la mesa.
¿Y el viernes? En la tradición cristiana, se cree que fue un viernes cuando crucificaron a Jesús. Y para colmo, en la Última Cena había 13 comensales. Mal combo. Desde ahí, cada vez que el calendario junta un 13 con un viernes, a alguien se le eriza la piel.
Las brujas, siempre las brujas
En la Edad Media, el viernes 13 también quedó asociado con las brujas. Se decía que los aquelarres (las reuniones sabatinas de brujas) eran de 13 participantes: 12 brujas y el diablo como invitado especial. La agenda de los viernes a la noche era más oscura de lo que Netflix imaginó.
Los templarios y el viernes negro medieval
Un dato menos esotérico y más histórico: el 13 de octubre de 1307, un viernes, el Rey Felipe IV de Francia ordenó arrestar a los Caballeros Templarios, acusados de herejía. Fueron torturados y ejecutados, y eso sembró más oscuridad sobre la fecha. Un viernes 13 realmente de terror (y sin película).
Hollywood hizo su parte
Y hablando de películas: no podemos ignorar a Jason Voorhees, el asesino serial de la saga Viernes 13. Desde su primera aparición en 1980, con su machete y su máscara de hockey, ayudó a cimentar la fama siniestra de la fecha. Si eras chico en los 80 o 90, seguro le tenías más miedo a ese viernes que a los exámenes de matemática.
¿Y si la mala suerte está en nuestra cabeza?
Como pasa con muchas supersticiones, lo que creemos que puede salir mal… a veces simplemente sale mal. Pero el viernes 13 no tiene poderes mágicos. No hay estudios que prueben que se rompen más espejos, se caen más aviones o se queman más tostadas ese día. Quizás el único riesgo real sea vivir con miedo… o querer abrir una cuenta bancaria con 13 pesos.
Así que hay que relajarse y, el próximo viernes 13, podés optar por dos caminos: encerrarte en casa con ajo, sal gruesa y un amuleto… o simplemente reírte de la fecha, salir con paraguas “por las dudas” y vivir como un viernes cualquiera, pero con más anécdotas.
Porque en todo caso, el peligro no es el viernes 13… ¡el verdadero susto es que el finde pase demasiado rápido!