En vez de concentrarse en solucionar los problemas actuales, ya piensan en candidatos para el 2027. Están perdidos
“Axel es el futuro presidente de los argentinos, no hay otro candidato de nuestro espacio”. La frase que lanzó en las últimas horas el intendente de Villa Gesell, Gustavo Barrera, no sorprende ya que es uno de los jefes comunales más encolumnado detrás de la figura del gobernador bonaerense, Axel Kicillof. Sin embargo, se da en un contexto en el que el peronismo, y desde la provincia de Buenos Aires, intenta iniciar un proceso de discutir o consensuar liderazgos y construcción tras las elecciones del 2023. En este esquema, el rol del mandatario provincial no escapa de las conversaciones.
Barrera dijo en referencia a Kicillof: “Obviamente tiene una proyección muy importante”, y que “como están las cosas hoy, aquel que puede encauzar la república en un camino del trabajo, de la industrialización, de las PyMEs, de que todos vivamos un poco mejor y no unos pocos, es Axel”.
Hay otros intendentes que también empiezan a dar señales en el mismo sentido. Uno de los más tajantes, por el peso político que refiere, fue el de Jorge Ferraresi de Avellaneda, quien más allá de plantear que Kicillof debía ser el candidato a la presidencia y que hay que empezar a construir esa candidatura también aseguró que “hay que construir en un lugar distinto”; en un mensaje dirigido a La Cámpora y la figura de su jefe y titular del PJ bonaerense, Máximo Kirchner.
El intendente del Partido de la Costa, Juan De Jesús, también había insinuado con una postulación futura de Kicillof al cargo máximo.