Cuál es la diferencia entre portación y tenencia, y qué objetivo tiene la medida
La decisión del Gobierno de bajar la edad mínima para la tenencia de armas de fuego, de 21 a 18 años, no tardó en generar repercusiones. El Decreto Nº1081/2024, firmado por el Presidente Javier Milei, el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, plantea una actualización normativa, pero también abrió interrogantes sobre su impacto en la sociedad y en la seguridad pública.
La medida, publicada este martes en el Boletín Oficial, modifica la normativa vigente con el Código Civil y Comercial y busca reconocer “la capacidad de los ciudadanos para ser legítimos usuarios de armas a partir de los 18 años”. Sin embargo, lejos de tratarse de una medida aislada, el contexto político y las declaraciones del oficialismo sugieren que el cambio también apunta a enviar un mensaje claro sobre los derechos individuales y el papel de los ciudadanos en su propia seguridad.
“Un legítimo usuario debe cumplir con controles estrictos, como no tener antecedentes penales, aprobar exámenes psicofísicos, acreditar idoneidad en el manejo de armas y declarar un domicilio de guarda, entre otros. Esto no es un cheque en blanco”, comenta el abogado penalista Juan Pablo Fioribello.
Diferencias entre portación y tenencia
Fioribello también enfatizó que la medida no promueve la portación de armas, que sigue siendo un trámite excepcional y altamente restringido. “La portación implica llevar un arma cargada y lista para usar en espacios públicos, algo que está regulado de manera muy estricta por el Estado”, detalló.
“La diferencia es donde todo el mundo se confunde. La tenencia es la posibilidad de adquirir el arma y tenerla en la casa o en un domicilio registrado. Incluso se puede trasladar en la calle, pero con la munición separada del arma. También se puede despachar en avión. Para eso, hay que ser legítimo usuario”, explicó.
“Es totalmente diferente la portación, que es la facultad de llevar el arma en condiciones de uso inmediato, es decir, cargada y lista para el disparo. Los portadores pueden tener el arma de fuego en lugares de acceso público. Entonces la portación faculta a la persona que la usa a llevarla en todo el territorio de la Nación, sin restricción alguna”, sumó.
Según la Ley de Armas, la credencial de legítimo usuario tiene una fecha de vencimiento y se tienen que hacer todos estos trámites cada cinco años. En cambio, la credencial de portación se renueva en forma anual y los usuarios tienen que realizar nuevamente los exámenes psicofísicos y renovar los antecedentes penales. “Es un proceso muy restrictivo y selectivo a quien se le otorga la portación”, dijo el abogado.