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“Los dirigentes sociales estamos muy cuestionados”, reconocen

Desde la llegada de La Libertad Avanza a la Casa Rosada cambió el paradigma de las protestas piqueteras en la calle: hay reclamos, pero ya sin cortes porque marchan sin interrumpir el tránsito. Hasta el dirigente de izquierda más caracterizado con este sector, Eduardo Belliboni, reclama por alimentos para los comedores desde la vereda del Ministerio de Capital Humano. Además, las convocatorias son exiguas. ¿Qué sucedió para que, en menos de nueve meses, el Gobierno de Javier Milei plasmara una de sus promesas de campaña que era “terminar con las extorsiones y los cortes de los piqueteros”.

Dirigentes sociales vinculados a la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) que integran Unión por la Patria y piqueteros de izquierda, reconocen que se impuso un orden y que la sociedad los cuestiona. “La gente del territorio que se movilizaba y marchaba está muy mal, está desencantada, ya no confía en el dirigente social”.

Patricia Bullrich, recordó: “Circular por el país parecía imposible. Muchos argentinos pensaban que los piquetes iban a ser eternos. Al llegar el Gobierno dictamos un protocolo que regula el modo en que se llevan adelante las protestas y fue avalado por distintas instancias judiciales. Estamos ante un cambio de paradigma en esta materia. Nadie impide que puedan tener su marcha, lo que no van a poder hacer es cortar la calle. Irán por la vereda o a una plaza”.

El protocolo antipiquetes fue la primera herramienta utilizada por la administración de Javier Milei para torcerles el brazo a las organizaciones sociales de izquierda y peronistas. Además se implementó la Línea 134, para que beneficiarios de planes denuncien las “coacciones” a las que eran sometidos por algunos dirigentes sociales para que asistan a las marchas. En la misma línea se encolumnan las políticas que implementó la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, para quitarles poder después de una batería de auditorías internas que revelaron serias irregularidades en la distribución de los alimentos que recibían por parte del Estado para distribuir entre los sectores más vulnerables. Según esos registros, sólo el 7% de los alimentos que recibieron “fueron rendidos”.

Pettovello les quitó la tercerización de esos bolsones de comida: ahora la asistencia es directa a través de la tarjeta Alimentar Comunidad. También desplazó a los dirigentes de la UTEP que eran funcionarios en el ex Ministerio de Desarrollo Social como Emilio Pérsico, del Movimiento Evita; Fernanda Miño, dirigente del Movimiento Trabajadores Excluidos (MTE) y Daniel Menéndez, coordinador nacional de Somos Barrios de Pie, y actual funcionario del gobernador bonaerense Axel Kicillof. También desdobló el Potenciar Trabajo. Con esa acción les quitó el “poder de dar altas y bajas” del mayor programa de esa cartera. En concreto, dejaban de certificar la contraprestación de los planes que las organizaciones sociales manejaban a través de las cooperativas -que eran las ahora desaparecidas Unidades de Gestión- y que, según las denuncias judiciales, una parte de ellas eran utilizadas para movilizar a personas a las marchas. El hecho quedó reflejado en las llamadas al 134. Por momentos la línea se saturó.

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