Son montos pequeños y pueden pasar desapercibidos pero, terminan siendo grandes sumas
La Dirección nacional de Defensa del Consumidor de la Secretaria de Comercio analiza, por estas horas, centenares de denuncias de jubilados que habrían sido estafados mediante débitos no autorizados de entre 500 y 600 pesos. De modo sistemático y en gran número, por parte, entre otras, de una empresa de nombre Épico SA.
Las empresas de servicios de cobranza, como Épico, tienen acceso a bases de datos que les permiten, mediante pedido a los bancos, realizar débitos de una multitud de cuentas bancarias.
Más de 300 personas, en particular jubilados, acusaron a esa compañía de hacer cobros indebidos, por cifras menores que se repiten y que no fueron autorizadas por las personas a las que se les realiza el descuento.
Las personas mayores o jubiladas, por su inatención o menor capacidad o habilidad para detectar e impedir que se le realicen estos débitos, son un grupo especial de afectados. Los descuentos se hacen por sumas menores, pero a muchas personas, para poder seguir haciéndalo de modo sistemático sin que el descuento indebido sea detectado.
Un agravante en la Argentina, dijeron desde Defensa del Consumidor, es que “los bancos ponen trabas al ejercicio de los dos derechos instituido por el Banco Central: el cese de débitos automáticos en cuenta cuando el cliente así lo ordena y la devolución del débito dentro de los 30 días de realizado.