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La ex modelo, de 64 años, fue la esposa de Julio Ramos, dueño de Ámbito Financiero. Recordada, también, por un tenso cruce con Mirtha Legrand en televisión donde se retiró de la mesa en pleno programa

Silvana Suárez murió este último viernes, a los 64 años, en la localidad cordobesa de Nono. Allí vivía desde hace varios años. Transitaba un cáncer de colon terminal.

La otrora modelo saltó a la fama cuando se consagró, en 1978, Miss Mundo en el certamen internacional de belleza que se realizó en Londres, Inglaterra. Fue la segunda argentina en recibir ese reconocimiento. La primera fue Norma Cappagli en 1960.

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En 1999, protagonizó un tenso cruce con la diva de los almuerzos, Mirtha Legrand, durante uno de sus almuerzos al aire. Suárez se negó a responder las preguntas que Mirtha le hizo con respecto a la separación con Julio Ramos, luego de 11 años de casados.

Enojada, la ex modelo se levantó de la mesa y se fue, estando al aire. Ante la situación, Legrand le dijo: “Yo no necesito de vos para tener audiencia, Silvana Suárez. No te necesito”. La frase se volvió célebre entre los fanáticos del programa de La Chiqui.

Silvana Rosa Suárez Clarence había nacido en Córdoba el 29 de septiembre de 1958. En su infancia practicó canto y luego de años de estudio, llegó a convertirse en profesora de música y directora de coro.

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Al terminar el secundario estudió arquitectura durante dos años. En ese momento, por insistencia de su madre, se presentó al concurso Miss Sierras de Córdoba. Luego llego a Miss Mundo y eso le permitió viajar y empezar a trabajar en el mismo Londres. Algo que se tomó en serio ya que estaba representado al país.

En 1988 se casó con el empresario Julio Ramos, fundador del diario Ámbito Financiero. Con Ramos tuvo dos hijos, Augusto y Julia. Se divorciaron en 1999 en medio de fuertes acusaciones de violencia de género contra su marido.

Silvana reconoció que debió hacer hipnosis, terapia y tratamientos alternativos para superar esos episodios.

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En Nono, en una casa que ella misma diseñó, encontró la paz. Luego de estudiar distintas terapias, se recibió de facilitadora emocional. Admitía: “Da mucho miedo cambiar, pero es lo que elegí. Me siento mas honesta conmigo y con los demás. No es fácil de gestionar, hay periodos oscuros porque te vas metiendo para adentro. Sin embargo, es la única manera para que algo cambie el mundo. Si uno no cambia, el mundo no cambia”.

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