El chavista Maduro repudió los comentarios de sus históricos aliados en la región sobre las elecciones en Venezuela
La dictadura venezolana reaccionó con un durísimo repudio (atrevido) contra sus históricos aliados en la región: el colombiano Gustavo Petro, el uruguayo José “Pepe” Mujica y el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva que criticaron la implacable ofensiva del chavismo para inhabilitar a los liderazgos opositores y de ese modo garantizar la reelección de Nicolás Maduro el próximo 28 de julio.
Jorge Rodríguez, el presidente del Congreso Unicameral, jefe “negociador” de la nomenklatura con la oposición y una de las espadas más importantes de Maduro dijo: “No nos metemos en los asuntos de nadie. Métanse sus opiniones por donde les quepan”.
El funcionario, que es el hermano de la vicepresidente Delcy Rodríguez, cuestionó a los líderes de centroizquierda, y sostuvo: “carecen de conocimiento, ignorancia o tienen miedo” frente a lo que describió como “el plan insurreccional magnicida” de la oposición venezolana.
Se refería a la narrativa del régimen que denuncia una coalición de la dirigencia disidente para matar al líder chavista. Esa formulación ha sido el pretexto para la ofensiva contra la oposición con arrestos y desapariciones de dirigentes y se la ha utilizado en el pasado con el mismo propósito.
Maduro ha llegado a sostener que el partido Vente Venezuela, de la ex diputada María Corina Machado, la principal dirigente opositora venezolana, es una “organización terrorista”, ataque que extendió en los mismos términos a todo el arco antichavista.