Se llaman Carolina Mano y Sofía Cano, tienen 33 y 37 años y lograron lo que parecía imposible
Ellas deseaban construir su propia empresa tecnológica enfocada en estrategias de marketing y business intelligence. Por este motivo, en 2015, decidieron apostar por sus sueños y se sumergieron en el mundo de los negocios digitales, un rubro que conocían a la perfección.
“Habíamos considerado la idea de independizarnos, no sabíamos cómo ni cuándo, pero estábamos determinadas a hacerlo en el momento indicado. Inclusive, tuvimos miedo de renunciar a nuestros empleos, pero nos arriesgamos y valió la pena”, dice Sofía Cano.
La mujer de 37 años, oriunda de la Provincia de Tucumán, emigró a EE.UU. a principios de 2015, con el objetivo de continuar su trayectoria profesional en el país de las oportunidades. Lo que no se imaginaba era que la vida la iba a sorprender.
Sofía, Técnica Superior en Comunicación Social y Carolina Mano, licenciada en Marketing, se conocieron en pleno ambiente laboral. Ambas, trabajaban para una empresa líder en el sector de marketing y comunicación, cuando la vida las cruzó por primera vez. Sofía desempeñaba el rol de directora digital y Carolina, fue contratada como pasante de marketing. Luego de un tiempo, la ascendieron al puesto de supervisora. Desde entonces, se acoplaron a la perfección e iniciaron una asombrosa amistad.
“Un día, decidimos vacacionar juntas en Estados Unidos y todo cambió. Allí, empezamos a pensar en la posibilidad de crear una compañía juntas. Un sueño que años después, se volvió realidad”, cuenta Carolina.
En 2014, los jefes de Carolina le propusieron reubicarse en Estados Unidos para convertirse en directora del equipo regional digital. Por este motivo, decidió emigrar al país norteamericano. Sofía estaba por experimentar un cambio de realidad. “Sentía que el ciclo corporativo se había terminado para mí, pero igualmente acepté un puesto en las oficinas de Estados Unidos. Quise conocer en profundidad uno de los países más desarrollados del mundo”, afirma.
“No duré mucho en relación de dependencia, ya que 6 meses después, renuncié al empleo con el fin de iniciar un nuevo proyecto profesional junto a Carolina”, expresa la emprendedora.
De esta forma, ese mismo año, dejaron sus oficios y pusieron manos a la obra para crear su propia agencia de marketing digital enfocada en el fútbol norteamericano, a la cual llamaron “UTAG”. En ella, brindan distintos servicios: desde la creación de una marca hasta la ejecución de campañas de medios para atraer nuevos clientes, según sus palabras.
En paralelo, se focalizaron en desarrollar una compañía de software que sofistique los procesos de marketing. De esta forma, nació “IMETRIQ”, una empresa dedicada a disminuir los errores humanos en las estrategias de comunicación.
Ambas compañías, están entrelazadas, ya que “IMETRIQ”, brinda soporte a los equipos de “UTAG” y a sus clientes. Con el paso del tiempo, contrataron empleados para delegar responsabilidades y se consolidaron como una fructífera empresa dentro del mercado.
Para ellas, Miami es una ciudad que está en permanente crecimiento, movimiento y desarrollo, donde la cultura latina pisa fuerte. Por ende, ofrece muchas oportunidades de progreso para emprendedores, de acuerdo con sus palabras. Adquirieron relevancia en la industria y fueron contratadas por varias empresas de renombre, algunas de ellas fueron: Nike, Mastercard, Enterprise Holdings, P&G, entre otros.
En la actualidad, la mayoría de sus clientes están basados en Estados Unidos y México, sin embargo, también ejecutan acciones para Latinoamérica. Como emprendedoras, en los últimos 9 años, han facturado 26 millones de dólares. Lo llamativo es que jamás han pedido préstamos para solventar gastos, de acuerdo con sus palabras.
Sofía considera que los sueños son el motor fundamental para alimentar las acciones. “Cumplí el deseo de seguir mis pasiones e intuiciones y concretar mis metas. Logré darles trabajo a talentosos profesionales y disfrutar de mi oficio. Y eso, ha sido un privilegio”.
En base a nota de Martina Fraile Vázquez, Clarín