La movida tropical está de duelo por la muerte de Martín Fernández, cantante del grupo Alazán

Irrumpió en la escena a mediados de los 90 y recorrió los escenarios del país hasta el último aliento

La movida tropical despide a uno de sus emblemas. Este viernes, Martín Fernández, la voz original del Grupo Alazán y uno de los referentes más recordados del género en los años 90, falleció tras sufrir un accidente cerebrovascular (ACV).

La noticia representa un golpe inesperado para allegados y seguidores, ya que el grupo se encontraba activo y con una agenda cargada para los próximos días. De hecho, la última actuación data del fin de semana pasado, tal como quedó reflejado en el Instagram del cantante. Una vez más, la música argentina deja en silencio a uno de esos timbres que, para miles, fueron acompañamiento de vida, fiesta y nostalgia.

No faltó el aliento colectivo cuando el destino le jugó su última carta. El artista había sido internado en terapia intensiva tras el episodio neurológico, y las redes sociales se convirtieron durante días en una vigilia digital. Preocupación, ruegos, cadenas de mensajes: la familia de Martín, agradecida, fue contando el pulso de su esperanza y el delirio de la espera, mientras los fans y colegas de la Banda Alazán se mantenían al pie del cañón, como si el amor pudiera torcer la suerte. “Gracias por estar y por tanto cariño a Martín”, expresaron en sus redes, reconociendo tanto el calor del público como la generosidad de quienes compartían escenario y ruta con él.

Las despedidas, como suelen hacer en estos tiempos, llegaron combinadas con homenajes sinceros. Las redes sociales se inundaron de mensajes de tristeza, despedidas sentidas y homenajes. Artistas, músicos, seguidores: todos coincidieron en el mismo estribillo, recordando “su voz inconfundible y su legado dentro de la música tropical argentina”. No hay consuelo fácil, solo la certeza de que las canciones viven allí donde aún hacen sonreír, moverse, soñar.

El trayecto de Martín Fernández en la música comenzó a puro rebusque, como todo soñador. A mediados de los 90, empezó a cantar en diferentes grupos y grabó para el sello Magenta versiones de canciones conocidas bajo el nombre de “Grupo Expresso”. Aquellos temas se colaron en los típicos CDs compilados del momento, los de la revista Ritmo Tropical y de incontables estaciones de tren y puestos callejeros, codeándose en el mercado oficial y el alternativo con los grandes nombres del género. No había todavía himno propio, pero sí hambre, talento, constancia. ¿Cómo llegó a la banda que cambiaría su vida? Casi por el azar de las tragedias cruzadas.

Supo de reemplazos inesperados. Ingresó por una urgencia: entró como reemplazo de Diego Mujica, el cantante original de Tambo Tambo, quien había sufrido un accidente. La recuperación llegó, pero Martín Fernández se quedó en una nueva formación, de nombre Alazán, y aportó su impronta a esos inicios que pocos olvidan. Su participación constante en el circuito de boliches y la presencia recurrente en Pasión de Sábado y otros programas referentes del género dan cuenta de una trayectoria que honró hasta el último momento en el que vivió como eligió hacerlo: cantando arriba de un escenario.

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