La caza del yaguareté está penada por tratarse de un animal en peligro de extinción. Hay un detenido
Una de las peores noticias para quienes buscan conservar la biodiversidad natural y la fauna autóctona argentina fue conocer que mataron a uno de los 5 ejemplares de yaguareté que habitaban en Formosa. Las alarmas se encendieron al confirmarse que uno de los últimos especímenes que habitaban en la provincia fue víctima de la caza ilegal. Luego, el grupo de cazadores lo despojó de su pelaje en un campo. La Justicia ya detuvo a uno de los involucrados, mientras continúan con la búsqueda de los demás responsables.
El hecho ocurrió en Estanislao del Campo, en el centro de la provincia.
“Se logró corroborar, a través de las primeras fotos obtenidas del yaguareté muerto, quiénes fueron las personas involucradas en el hecho, lo que desencadenó en la detención de estas personas”, explicó el Ministerio de Producción y Ambiente de Formosa este martes en un comunicado oficial.
“Informamos que a la fecha se encuentra esclarecido respecto a los autores de esta lamentable matanza de un valioso animal que se encuentra protegido por leyes nacionales y provinciales”, precisó la jueza Gabriela Soledad Plazas, al frente del Juzgado de Instrucción y Correccional de la ciudad de Las Lomitas, Formosa.
Según distintas organizaciones conservacionistas en el país, quedan entre 200 y 250 ejemplares, 20 de ellos en la región chaqueña de nuestro país (Formosa, Chaco, Salta y Santiago del Estero).
El yaguareté (Panthera onca) es el mayor felino del continente americano. Este animal es clave para mantener la salud del ecosistema: su presencia regula, por depredación o competencia, a las poblaciones de otras especies, con un efecto “de cascada” a lo largo de la cadena trófica.
Afortunadamente, varios proyectos de reintroducción liderados por diversas organizaciones están devolviendo al yaguareté a su hábitat natural. Un centro de reintroducción en Iberá, gestionado por la Fundación Rewilding Argentina, es un ejemplo de estos esfuerzos.