Horror en Olavarría: las autopsias confirmaron que un hombre asesinó a su pareja y a su hijastra de 4 años antes de suicidarse

Olavarría sigue conmocionada tras el hallazgo de tres cuerpos en una vivienda rural ubicada en el paraje El Rincón del 18, a 40 kilómetros del casco urbano. En las últimas horas, los resultados de las autopsias confirmaron la hipótesis más temida: Miguel Ángel Romero, de 40 años, asesinó a su pareja y a la hija de ella, de apenas 4 años, y luego se quitó la vida.

Las víctimas fueron identificadas como Daiana Soledad Contreras, de 34 años, y su hija Iris Zendaya Uhart. El crimen ocurrió en una propiedad de la localidad de Espigas y fue descubierto por compañeros de trabajo del femicida, quienes al notar su ausencia decidieron acercarse a su casa. Al llegar, se encontraron con la escena del horror y dieron inmediato aviso a la policía.

Los resultados de las autopsias son estremecedores:

  • Daiana fue estrangulada.
  • Iris Zendaya murió a causa de un traumatismo craneal severo, que le provocó una falla neurológica aguda.
  • Romero se ahorcó tras cometer los asesinatos.

Según informaron fuentes policiales, los cuerpos fueron encontrados dentro de una habitación cerrada desde el interior, sin indicios de intervención de terceros. En el lugar, se secuestraron un cuchillo y tres teléfonos celulares. La casa no presentaba signos de violencia externa.

La investigación quedó en manos de la fiscal Mariela Viceconte, titular de la UFI N.º 5 especializada en violencia de género, y fue caratulada como femicidio seguido de suicidio, en contexto de violencia familiar.

Medios locales también indicaron que Contreras tenía denuncias previas por violencia familiar, tanto hacia su hija como hacia otras parejas, lo que podría aportar más contexto al trágico episodio.

Este sábado por la mañana, los restos de la pequeña Iris Zendaya fueron velados en la Cooperativa Eléctrica local y luego sepultados en el cementerio de la ciudad. La comunidad continúa profundamente consternada por un crimen que expone, una vez más, la gravedad de la violencia intrafamiliar y la necesidad de reforzar las redes de contención y prevención.

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