La policía debió rescatar a una monja retenida por la fuerza en un convento de clausura
Una monja fue recatada por la policía en el marco de un allanamiento ordenado por la justicia de la provincia de Salta, tras una denuncia por privación ilegítima de la libertad.
El escándalo se produjo en el Convento San Bernardo de la capital salteña. La religiosa había manifestado a sus familiares que quería abandonar el lugar y que las autoridades le negaban esa posibilidad.
Ramiro Ramos Ossorio, fiscal penal N°2 tomó intervención de la denuncia de Sandra Díaz, hermana de la monja víctima de secuestro, contra las autoridades del Convento San Bernardo, y solicitó la orden de allanamiento.
La víctima es oriunda de Mendoza, desde allí viajó su hermana Sandra para pedirle a las autoridades que dejen salir a su hermana quien había expresado ese deseo. Las autoridades del Convento le dijeron que debían disponer de la autorización del Vaticano para dejarla ir. Cuando la documentación estuvo disponible, le negaron la posibilidad de retirarse. Todas las iniciativas en la búsqueda de un acuerdo fracasaron, al punto que desde dicha institución se llegó a prohibir el contacto de los familiares de la monja.
Ante esto, la justicia intentó una entrevista con las autoridades del convento pero estas se negaron. Ante las negativas, el fiscal solicitó una orden de allanamiento con fuerzas policiales que finalmente pudieron entrar al edificio y pudieron rescatar a la monja y trasladarla a un lugar seguro.
La monja estaba en el convento desde 1991 y buscaba irse porque padece cáncer y quería estar más tiempo con su familia. Además estaba siendo coaccionada.
La fiscalía explicó que las actuaciones continúan su trámite y dispuso el cumplimiento de medidas tendientes al esclarecimiento del hecho denunciado.
