Desde el Gobierno anticiparon que no adherirán al protocolo antipiquetes de la ministra de Seguridad nacional
Tucumán es un caos por donde lo mires. El Gobierno provincial, lejos de tomar nota del humor de la gente, decide mirar para otro lado, total, ya los votaron por 4 años más.
Los piquetes son un dolor de cabeza para cualquier ser normal que quiera trabajar, estudiar, ir al médico. En Argentina y especialmente en Tucumán, cualquiera así sean 5 gatos locos, corta una calle, una ruta, una autopista y no pasa nada. Muchísimas personas pierden presentismo o médicos no pueden llegar a su hospital a trabajar, las ambulancias no pueden circular normalmente, etcétera.
A nivel nacional decidieron que esa situación anormal se acaba. ¿Y en Tucumán?, nada. Todo seguirá igual. A las autoridades no les importa absolutamente nada, hasta que la gente que quiere vivir normalmente decida cometer algún acto violento ante la angustia de sentirse desprotegida y descuidada por las autoridades. ¿Es complicado ordenar una protesta para que aquel que quiera circular libremente pueda hacerlo?.
“Aquí no habrá represión” dicen desde el entorno del gobernador. La gente no pide represión, SOLO PIDE ORDEN. ¿Es tan complicado entender?.
Vale destacar que Yerba Buena es la primera ciudad de Tucumán en adherir al protocolo antipiquetes.
