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Con un significativo aumento de la participación respecto a las elecciones primarias, Chaco volvió este domingo a las urnas para elegir a su próximo gobernador, en un comicio que se presenta de final cerrado y donde la incógnita pasa por saber si habrá o no un balotaje.

La disputa es entre el actual gobernador, el peronista Jorge Capitanich, y el radical de Juntos por el Cambio Leandro Zdero, los dos candidatos más votados en las PASO provinciales.

En las primarias Zdero dio la sorpresa. Le ganó la interna al también radical Juan Carlos Polini pero su espacio, Juntos por el Cambio, fue la fuerza más votada de la provincia. Sacó un 42,4% de los votos, cinco más que el Frente Chaqueño de Capitanich (37,3%).

Con un sistema similar a las presidenciales, para resultar electo gobernador en las generales chaqueñas de este domingo hace falta superar el 45% de los votos o sacar 40% y 10 de ventaja con el segundo candidato. De lo contrario, la elección se definirá en un balotaje, que está programado para el domingo 8 de octubre.

Con las urnas ya cerradas, lo que flota en el aire es la incertidumbre. Algunos boca de urna que circulaban por WhatsApp hablaban de una paridad arriba de los 40 puntos, pero nadie se quiere jugar.

Según confirmaron a Clarín fuentes cercanas a Patricia Bullrich, la candidata a presidente de Juntos por el Cambio estará presente en el bunker de Zdero. Confían en poder meterse en una segunda vuelta.

El dato que sí está confirmado es que la participación subió. Según datos oficiales confirmados por el vocero de Gobernación, Juan Manuel Chapo, la asistencia estuvo en torno al 68%, casi seis puntos más que en las PASO provinciales.

Los números igual son más bajos que en las elecciones a gobernador de 2019, cuando la asistencia fue del 72%. En esa ocasión no hubo primarias.

El ausentismo había sido transversal a toda la provincia en estas primarias 2023, por lo que no estaba claro en la previa para qué sector sería más beneficioso ese flujo de votos nuevos.

En esa ocasión, los comicios habían estado muy marcados por el reciente femicidio de Cecilia Strzyzowski, por el que fueron detenidos el piquetero Emerenciano Sena y su familia, aliados históricos de Capitanich. Hoy el tema se “enfrió”. No está en la calle y no estuvo en la agenda.

Pero todos saben que se irán a dormir tarde. Es una provincia acostumbrada a los finales cerrados. Cuando Capitanich ganó el primero de sus tres mandatos, en 2007, la diferencia final sobre el radical Ángel Rozas había sido de apenas 0,22%. Unos 1176 votos. Este domingo, nuevamente, cada boleta cuenta./clarín

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