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Más de 100 personas murieron y otras 20.000 fueron desplazadas en cinco días de enfrentamientos

Colombia está, desde este lunes, bajo un “estado de conmoción interior” ordenado por el Presidente, Gustavo Petro, ante una ola de violencia guerrillera y del narcotráfico que causó más de 100 muertos y 20.000 desplazados en cinco días. La medida excepcional faculta al Gobierno a liberar recursos adicionales o restringir la movilidad de sus habitantes.

La crisis se desató el jueves pasado, cuando la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) atacó a la población civil en la región del Catatumbo, en la frontera con Venezuela, y se enfrentó contra disidentes de las FARC que no se acogieron al acuerdo de paz de 2016.

Los enfrentamientos incluyeron asesinatos selectivos y combates, con un balance de un centenar de muertos en una región plagada de narco cultivos. ”Hemos apoyado la seguridad y la logística en algunos albergues, donde ya se acumulan más de 19.800 personas”, dijo el General Erik Rodríguez.

Se trata de un duro golpe para Petro, que asumió el Gobierno con la promesa de pacificar el país y llegar a acuerdos con distintas fuerzas guerrilleras, grupos criminales y carteles del narcotráfico activos en todo el país.

Este lunes, el Ministerio de Defensa informó sobre la muerte de 20 guerrilleros en el departamento amazónico del Guaviare, en el sur del país, por choques entre dos facciones enemigas de los desertores del pacto que pusieron fin a las FARC. La cifra se sumó a otras 80 víctimas fatales reportadas en los últimos días.

En el departamento de Bolívar, norte del país, los choques entre el ELN y la banda narco Clan del Golfo dejaron nueve muertos, según autoridades.

La Constitución indica que el Presidente puede decretar el “estado de conmoción interna” en “caso de grave perturbación del orden público que atente de manera inminente contra la estabilidad institucional, la seguridad del Estado, o la convivencia ciudadana”.

El artículo constitucional no dicta medidas específicas, y autoriza al Ejecutivo para realizar las acciones “necesarias para conjurar las causas de la perturbación e impedir la extensión de sus efectos”.

Petro no precisó el alcance de la declaratoria, que puede durar un período máximo de 90 días, “prorrogable hasta por dos períodos iguales”, según la Carta Magna.

Debido a la embestida del ELN, el mandatario ordenó el viernes suspender las negociaciones de paz con esa guerrilla, a la que acusó de perpetrar “crímenes de guerra”.

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