En abril le habían disparado y lo salvo un paquete de chicles
Fue en Mar del Plata. Cristian Velázquez tenía 50 años. Intentó defenderse de un asalto de dos motochorros y fue asesinado de un disparo en la cabeza. Un delincuente, con múltiples antecedentes, fue detenido. Por el crimen, el Ministerio de Seguridad anunció cambios en la Cúpula de la Policía de la Ciudad costera.
Era la novena vez que lo robaban en un barrio no muy alejado del centro, a unos 500 metros del estadio mundialista. Vecinos y comerciantes se quejaron por los reiterados episodios de inseguridad que se registran en la zona, aún cuando en la ciudad hay más policías que nunca por la temporada.
Harto de los robos, Velázquez tenía a mano, bajo el mostrador del kiosco que atendía, un aerosol de gas pimienta. Lo había utilizado en abril pasado cuando dos delincuentes intentaron asaltarlo: al rociarlos con el spray, huyeron, pero uno de ellos le disparó desde la puerta. La suerte estuvo de su lado esa vez.
El proyectil atravesó el acrílico del exhibidor, lo que lo amortiguó, y quedó incrustado en un paquete de chicles. Dio entrevistas a medios locales narrando lo que había ocurrido, ahí mismo contó su “indignación, impotencia: me siento desprotegido, no hacen nada por nosotros”.
Siete meses después, en un episodio similar, en la tarde de este lunes, un asaltante le pegó un tiro en la cabeza. Los peritos establecieron que el arma utilizada fue un revólver calibre 38, el que aún no fue secuestrado.
En la madrugada fue detenido un hombre de 29 años, apodado “Nacho”, que tiene antecedentes por distintos delitos. Pero no sería quien disparó contra Velázquez, de acuerdo a lo que pudieron reconstruir en base a las imágenes tomadas por cámaras públicas y privadas en la zona, incluidas las del comercio. El autor del disparo, alías “Guachin”, sobre quien pesa un pedido de captura, continúa prófugo.
El intendente Guillermo Montenegro se plegó al reclamo y pidió penas más duras para los delincuentes: “Esto no puede pasar. Tiene que haber una modificación clara que venimos planteando hace rato en lo que tiene que ver con las leyes, la reiterancia, la imputabilidad, todas cuestiones que tienen que ver con la dureza en el accionar”.
Se espera que en la tarde de este martes arribe a la ciudad el jefe de jefe de la Policía Bonaerense, comisario general Javier Villar, con el objeto de remover al mando superior de la fuerza. El crimen de Velázquez es el corolario de una larga saga de hechos delictivos que se registra hace tiempo en la ciudad -ahora con refuerzos policiales por la temporada-, pero que se padecen antes, durante y después del verano.