“Esto va a permitir tener un mayor control de estos reclusos, el objetivo es que desde los penales no se cometan más delitos”, afirmó el mandatario
Maximiliano Pullaro, gobernador de Santa Fe, anunció que enviará a jefes narcos y sicarios a pabellones de “alto perfil” en las unidades penitenciarias provinciales. Es un plan para tenerlos a los capos mafiosos bajo un férreo control y evitar que manejen sus organizaciones y ordenen crímenes desde sus celdas.
Se reinstalará en las cárceles inhibidores de señal de celular y propondrá que los presos peligrosos ya no puedan recibir comidas desde el exterior.
Otra medida tomada por Pullaro es: “Van a hablar con sus familiares y abogados a través de un blindex y van a estar monitoreados las 24 horas”.
Más medidas para atacar la inseguridad: “Hemos dispuesto un bloqueo administrativo por le lapso de 90 días. Eso implica la clausura de todas las oficinas administrativas policiales que no sean funcionales esto y sacar todos los efectivos policiales a la calle”, dijo el nuevo ministro de Seguridad provincial.