Fue inaugurado en 1942, es de un escultor tucumano y está en San Javier
En la provincia de Tucumán, dentro del Norte Argentino, se encuentra un Cristo Bendicente que protege a la provincia y más allá. Es una escultura que fue inaugurada en 1942, durante el gobierno de Miguel Critto, se puede visitar en el Cerro San Javier que se encuentra a 24 kilómetros de la capital, San Miguel de Tucumán.
El Cristo Bendicente de Tucumán es una de las principales obras del escultor Juan Carlos Iramain (1900-1973), uno de los más destacados de la provincia y cuyos restos descansan en ese monumento desde su fallecimiento. En 1973, también se inauguró el Museo Iramain, que exhibe las obras de este escultor.
La altura del Cristo de Tucumán es de 28 metros, lo que lo convierte en el tercero más elevado de Latinoamérica y el sexto a nivel mundial. Entre sus características se destaca el brazo derecho en alza, lo que en la liturgia católica es un símbolo de bendición, y también una inscripción en su base “Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad”, proveniente del Evangelio de San Lucas.
El Cristo Bendicente está ubicado en un punto panorámico desde dónde se puede apreciar toda la ciudad de Tucumán y sus adyacencias. Muchos turistas suelen visitarlo y aprovechar las extensiones verdes que existen a su alrededor para quedarse a tomar mate e incluso realizar un picnic.
Además el Cerro San Javier, donde está emplazada esta gran escultura, es un lugar al que suelen concurrir los fanáticos del treeking y los ciclistas para practicar deporte, por lo que los fines de semana es muy transitado.