Así lo decidió el Gobierno Nacional. Alberto Fernández, durante su gestión, le había concedido ese estatus al ex presidente de Bolivia en 2019
En un breve anuncio, que estuvo a cargo del vocero presidencial, Manuel Adorni, el Gobierno resolvió quitarle el estatus de refugiado político en el país a Evo Morales, condición que le había otorgado el Gobierno de Alberto Fernández, un mes después de renunciar a su cargo en medio de masivas protestas y motines policiales en su contra.
El 12 de diciembre de 2019, Morales arribaba al país, junto a otros funcionarios, en condición de asilado político. El entonces canciller, Felipe Solá, lo explicaba: “Evo Morales, su vicepresidente Álvaro García Linera, su ex canciller, la ex ministra Montaño y el ex embajador de Bolivia ante la OEA aterrizaron esta mañana en el país. Les he dado asilo político para que entren y ellos luego pidieron ser refugiados. En las próximas horas, cesará la condición de asilo y asumirán la de refugiados”.
Luego de haber renunciado a su cargo de Presidente, en medio de una fuerte crisis política y social desencadenada por un informe de la OEA, que reveló irregularidades en las elecciones generales realizadas en octubre de ese 2019, se asiló en México, luego viajó a Cuba y se dirigió a la Argentina, donde ya se encontraban sus hijos, quienes habían sido recibidos por el gobierno de Mauricio Macri (antes de finalizar su mandato), tras una gestión personal que realizó el propio Fernández.