Domingo de Ramos: comenzó la Semana Santa y el Papa Francisco apareció por sorpresa en la Misa del Vaticano

El Pontífice saludó a los fieles al término de la celebración que marca el inicio de la Semana Santa

El Papa Francisco, convaleciente de una grave afección respiratoria, sorprendió a los fieles al presentarse, inesperadamente, en la Plaza de San Pedro al término de la misa del Domingo de Ramos, marcando una significativa aparición pública al inicio de la Semana Santa.

Francisco, de 88 años, se presentó en silla de ruedas pero sin las cánulas nasales de oxígeno que había utilizado en ocasiones anteriores durante su recuperación.

“Buen Domingo de Ramos, buena Semana Santa”, expresó brevemente Francisco desde el altar central de la plaza, donde saludó al Cardenal argentino Leonardo Sandri, quien presidió la Celebración Eucarística por delegación Papal.

A pesar de las recomendaciones médicas que establecían al menos dos meses de reposo, esta aparición se suma a otras tres salidas públicas que el papa ha realizado desde que abandonó el Hospital Gemelli de Roma el pasado 23 de marzo, incluyendo una recepción sorpresa a los Reyes Carlos y Camila del Reino Unido.

Durante su breve recorrido entre los fieles, Francisco se detuvo para intercambiar palabras con un grupo de religiosas que le transmitieron mensajes de ánimo. También dedicó momentos de cercanía con varios niños, mostrando gestos de complicidad mientras se escuchaban vítores de apoyo entre los asistentes.

La Plaza, engalanada con ramas de olivo y palmas, acogió a más de 20.000 personas que participaron en la solemne celebración que marca el inicio de la Semana Santa, momento central del calendario litúrgico católico. La ceremonia comenzó con una procesión desde el obelisco central, donde las ramas fueron bendecidas, hasta el interior de la Basílica de San Pedro, siguiendo un rito que data del Siglo IV y que contó con la participación de 39 cardenales, 33 obispos y más de 300 sacerdotes.

Aunque el papa no pudo presidir la misa ni pronunciar personalmente su homilíasu mensaje fue leído por el cardenal Sandri, vicedecano del colegio cardenalicio. En el texto, Francisco exhortó a los fieles a “tender la mano al que ya no puede más” y a convertirse en “cireneos los unos para los otros”, en referencia a Simón de Cirene, quien ayudó a Jesús a cargar la cruz.

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