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Un viejo dicho dice: “Desayunar como rey, almorzar como príncipe y cenar como mendigo”

El desayuno es una de las comidas más importantes del día, por eso se recomienda no saltearlo y hacer una correcta selección de los alimentos que se van a incluir para comenzar el día con toda la energía necesaria para desarrollar las actividades.

El desayuno proporciona al cerebro su primera fuente de energía cada mañana, tras el ayuno que se realizó durante la noche y las horas de sueño. Alimentar el cerebro es clave para la concentración y un funcionamiento cognitivo óptimo durante todo el día.

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Se suele asociar el desayuno con café con medialunas, cereales con leche o una rica porción de torta. Si bien es indudable que representan opciones deliciosas para el paladar, no son las mejores elecciones para todas las demandas neuronales al iniciar la jornada.

“Esos productos suelen estar cargados de azúcares y carbohidratos simples, que provocan un pico inicial de azúcar en la sangre seguido de una caída. También, contribuyen a la neuroinflamación (inflamación alrededor del cerebro) que se asocia con la confusión mental y la falta de concentración”, contó la doctora Uma Naidoo, directora de Psiquiatría Nutricional, Estilo de Vida y Metabólica del Hospital General de Massachusetts, perteneciente a la Universidad de Harvard.

 La licenciada Andrea Purita, nutricionista y dietista egresada de la Universidad de Buenos Aires, afirmó en su libro “El método de la Dieta de los 3 días” que “la mala comida provoca mal rendimiento: cansancio, mal humor, agresividad, tristeza, cambios emocionales. El exceso de azúcares, sal, grasas malas, en suma, la comida tóxica, nos lleva a la enfermedad”.

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 “Por eso, la clave en todo esto es la elección”. “La energía que tenemos e irradiamos es la que nos va a llevar por el camino de la salud o de la enfermedad. Esa elección es exclusivamente propia e individual”, recalcó Purita.

Purita explicó que las categorías de alimentos que se deben incluir en el desayuno para poner el cerebro en acción y tener energía para todo el día son: hidratos de carbono de buena calidad, proteínas y algún tipo de grasa, porque es lo que ayuda a absorber las vitaminas A, D, E y K que son liposolubles. O sea, se absorben a través de la grasa.

“Un ejemplo de desayuno saludable y que nos ayude a tener buena energía al empezar la mañana es un tazón con yogur descremado, vegetal o griego, lo que uno esté acostumbrado a consumir, agregarle frutas, como puede ser una banana. Si no está muy madura tiene menos concentración de azúcares, brinda buena energía, magnesio y potasio. Añadirle unos frutos secos, almendras, nueces y pasas de uva, todos tienen vitamina B y gran cantidad de antioxidantes”, enumeró.

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Destacó, además, la importancia de acostumbrar a los chicos a desayunar, porque no realizarlo reduce el rendimiento escolar. “Baja la concentración tanto de los niños como de los adultos. Es mucho mejor tener un desayuno bien ‘power’ y nutritivo y hacer un almuerzo más frugal, livianito y seguir con nuestra actividad diaria”, afirmó.

No lo olvides, para empezar bien el día, saludable y con energía, tomar un buen desayuno. Nunca dejarlo pasar.

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