El Covid y las crisis causaron más adicciones y enfermedades mentales. Los hospitales con récords de autoagresiones en jóvenes
Palabras como crisis, economía, desocupación, emigración se vuelven cotidianas en el diván y en el hospital.
Incertidumbre es otra de las palabras que los profesionales de la salud mental oyen repetidamente a sus pacientes angustiados por el presente. Es muy difícil hacer planes para el futuro y eso es fuente de gran ansiedad y desconcierto. La incertidumbre siempre ha estado entre todos, pero se utilizan mecanismos de defensa para negarla, y ahora no resultan efectivas.
Esos miedos se pueden traducir en consecuencias destructivas, como el aumento de las adicciones (tabaquismo, alcoholismo y todo tipo de drogas), ansiedad, pánico, depresión, trastornos alimentarios, cortes en todo el cuerpo, y hasta casos de suicidios.
Un estudio del Conicet y la Universidad Nacional de Córdoba manifestó que casi la mitad de la población padeció ansiedad durante la pandemia y que el 30% atravesó niveles de depresión significativos.
La droga, también influye en este contexto de la salud mental. Según la Oficina de Naciones Unidas para la Droga, Argentina lidera el consumo de cocaína en Sudamérica. El consumo de la población entre los 15 y 64 años se pone en el mismo nivel que EE.UU.
Cabe destacar que el acceso a sustancias, como la cocaína y marihuana, resulta fácil para la mayoría de las personas, según un estudio de la UBA.
Es notorio el aumento de las enfermedades mentales y demanda de psicofármacos y psicoterapia. Las consultas en los hospitales se han incrementado y no hay suficientes profesionales para satisfacerlas. Los hospitales registran un aumento de las autoagresiones en adolescentes, algunas con riesgo de vida. Se otorgan turnos con plazos largos, lo que provoca frustración.
Ha aumentado el pesimismo y un desinterés por la realidad externa. También el descreimiento. La crisis económica pone en jaque toda la estructura psíquica.