Dejó la docencia, se abrió una cuenta en una aplicación hot y se hizo viral al revelar su facturación

Martina es rosarina y tiene 24 años. Tras graduarse de profesora de matemáticas, en 2023, solo ejerció durante 18 meses. “No quería ser empleada de otro”, remarcó

Martina Cuffaro Russo dejó la docencia, a mediados de 2024, para dedicarse a la creación de contenido para adultos, donde cobra cifras que jamás había imaginado.

A pesar de que su trabajo como profesora de matemáticas en colegios secundarios le permitía alquilar y llevar una vida económica estable, sentía que estaba atrapada en una rutina que no disfrutaba y que tampoco le auguraba un buen futuro.

“No quería depender de una jubilación”, admitió la joven al ser entrevistada en Divas Diary tras explicar los motivos que la llevaron a cambiar drásticamente su estilo de vida y crear un perfil en OnlyFans.

A menos de un año de haber tomado esa decisión, Martina admitió que empezó ganando entre 5.000 y 6.000 dólares mensuales “trabajando de manera oculta” y sin promocionarse en redes sociales. Y que hoy llegó a triplicar ese monto gracias a los cursos que tomó para entender los algoritmos de la plataforma y ampliar el alcance de sus publicaciones.

Estoy ganando entre 12 mil y 15 mil dólares mensuales, y eso que no me estoy dedicando lo que me tendría que dedicar”, contó la joven, quien antes tenía que hacer tres turnos (mañana, tarde y noche) para cubrir sus gastos y ahora solo trabaja “algunas horas por día y manejo mis tiempos”.

Su novio le sugirió abrirse a nuevas posibilidades, especialmente en redes sociales, donde ya contaba con una base de 13.000 seguidores. Comenzó creando contenido fitness: rutinas de ejercicios y recetas saludables.

Mientras aún enseñaba en escuelas, subía videos a TikTok e Instagram. “Empecé a crecer en seguidores y recibía muchos comentarios de hombres que me sugerían que me abriera un perfil en OnlyFans”, contó.

Al principio, la idea le provocaba pudor. Como docente, temía el qué dirán y posibles represalias laborales. No obstante, tras tener la aprobación de su pareja, se puso a explorar más a fondo y arrancó con una cuenta secundaria, donde tenía solo 200 seguidores, para que nadie la reconociera.

La estrategia inicial de Martina consistía en publicitarse exclusivamente a través de grupos de Telegram y otras redes de alcance internacional, para evitar que sus contenidos fueran vistos en Argentina. “Hay un montón de mujeres que lo hacen en secreto: docentes, abogadas, profesionales de todos los rubros”, reveló.

En sus comienzos, ofrecía contenidos de baja exposición: fotos en bikini o ropa deportiva, relatos eróticos por escrito y experiencias interactivas, sin mostrar explícitamente su cuerpo. “Hay muchas maneras de facturar sin necesidad de hacer desnudos”, explicó.

Martina precisó que hay clientes que pagan porque les muestre las fotos de sus pies, axilas o manos. También están aquellos que pagan por relatos eróticos de alrededor de 30 minutos de duración o mantener charlas donde ella les cumple la fantasía de “ser cornudos a humillarlos verbalmente”. Sin embargo, reconoció que hay otros muchos más zarpados que le piden verla vomitar, tirarse gases o hacer sus necesidades. “Cada una elige qué quiere hacer”, enfatizó.

A mediados de 2024, ya fuera del ámbito educativo, decidió dejar la estrategia de ocultamiento y promocionar su contenido de forma pública a través de sus redes sociales. “Cuando vi la cantidad de público que tenía en Instagram y TikTok, entendí que me estaba perdiendo de facturar mucho más”, relató.

Si bien al principio Martina le ocultó su nueva faceta a la familia, decidió contarles una vez que obtuvo resultados concretos. “Al principio fue un shock, pero después lo entendieron. Yo ya soy mayor de edad y decido sobre mi vida”, afirmó.

Con respecto a las críticas sociales, se mostró firme: “Mucha gente juzga desde la ignorancia. No hace falta ser joven, tener un cuerpo hegemónico ni exponerse explícitamente para facturar. Es un tema de actitud y de saber vender experiencias”.

Sobre la preocupación por el futuro y el argumento recurrente sobre “qué hará cuando su cuerpo no le dé más”, Martina respondió: “Tengo alumnas de hasta 65 años, a las que también les doy cursos para que se animen a usar la plataforma. Estoy construyendo mi independencia financiera ahora”.

De hecho, en su perfil de Instagram con 105 mil seguidores tiene anclado un video donde motiva a otras mujeres a seguir sus pasos y contratar su asesoramiento personalizado por $55.000.

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