El punto de partida es la pregunta: ¿Qué es la felicidad?
¿La felicidad es una emoción o un estado? ¿Cómo podemos saber si somos felices? ¿Cuáles son los indicios para que uno mismo pueda asegurar que es feliz? La respuesta a cada una de estas preguntas sólo depende de uno mismo pues las cosas que aparentemente nos hacen felices son diferentes en cada uno de nosotros.
Cabe destacar que diferentes hormonas en el cuerpo como la dopamina tienen relación con la sensación de alegría y felicidad, pero momentánea pues cuando se agote la producción o el estímulo terminará esa efímera estadía dentro de la esfera feliz.
Pero de acuerdo con la ciencia existen 5 hábitos que harán con cada una de las personas, día a día, tener una mayor sensación de satisfacción y felicidad hacia nosotros mismos con el hecho de ser constantes pues se basa en actividades que para algunos pudieran ser rutinarias.
SOCIALIZAR. De acuerdo con la Universidad de Harvard, quien analizó a más de 500 jóvenes que durante más de 7 décadas para encontrarle un sentido a los sentimientos de felicidad que rodearon a estas personas durante toda su vida, y sin importar el nivel socioeconómico al que pertenecían, lo que unió a las personas felices fueron aquellos que mantenían relaciones familiares y amistades más sanas y estables, por lo que el hecho de hablar con un amigo o conocer a alguien nuevo puede motivar a la felicidad diaria.
REALIZAR ACTIVIDAD FÍSICA. Un estudio conjunto entre investigadores de Oxford y Yale publicaron sus resultados en la revista The Lancet donde hacían referencia a que el ejercicio físico ayudaba a mantener estable la salud mental y a su vez generar una mayor sensación de felicidad entre el cuerpo y la mente del ser humano. El análisis científico lleva por nombre: Asociación entre ejercicio físico y salud mental en 1-2 millones de individuos en Estados Unidos entre 2011 y 2015.
DESIGNAR UN NOMBRE O ADJETIVO A LAS EMOCIONES. Para explicar este punto existen distintos ejemplos, uno de ellos es como cuando un cantante o escritor crea una nueva canción o un libro donde plasma el enojo, tristeza o dolor que siente por algún suceso o pérdida, y la llama Sofía, justo como la persona que le causa esas emociones negativas, soltándolas y así activar la zona de la amígdala en el cerebro que está vinculada con las emociones positivas, como la felicidad.
Asimismo es importante recalcar que escribir las emociones y hablar de ellas harán que esa sensación de angustia o estrés disminuya o incluso pueda desaparecer.
CUIDAR LA FORMA EN QUE NOS REFERIMOS A NOSOTROS MISMOS. Un estudio de científicos pertenecientes a distintas universidades estadounidenses, entre ellas la de Chicago y la de Michigan, informaron que la forma en que nos hablamos a nosotros mismos influye en la felicidad. Por ejemplo, si constantemente nos estamos diciendo que estamos tontos, torpes, que no somos capaces o suficientes genera una sensación de malestar, impidiendo llegar a un estado de felicidad.
ABRAZAR. Es entendible que el recibir cariño por parte de una persona que se quiere inicia con la producción de las hormonas relacionadas con la felicidad, pero exactamente el hecho de abrazar a los seres queridos es lo ideal de acuerdo con la ciencia.
La investigadora Susannah Walker, de la Universidad de John Moores, ubicada en Liverpool, Inglaterra, informó que el abrazar a una persona da una sensación de seguridad reduciendo el nivel de estrés, incrementando la felicidad.
