La medida tiene efecto inmediato. Son casi 6.800 estudiantes afectados por la medida, entre ellos muchos argentinos
El Gobierno de Donald Trump le retiró a la Universidad de Harvard el derecho a inscribir a estudiantes extranjeros, en una nueva escalada contra la prestigiosa institución.
Sus 6.800 estudiantes extranjeros deberán transferirse a otras escuelas o abandonar el país, informó AP.
“Con efecto inmediato, se revoca la certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVIS) de la Universidad de Harvard”, escribió la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, en una carta dirigida al presidente de esa Universidad, Alan Garber.
Se trata de un sistema que permite a los estudiantes extranjeros estudiar en Estados Unidos.
En el último curso académico, el 27,2% del total del alumnado de Harvard son extranjeros, según la página web ShunStudents.
“Harvard tuvo muchas oportunidades de hacer lo correcto. Se negó. Han perdido su certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio como resultado de su incumplimiento de la Ley. Que esto sirva de advertencia a todas las universidades e instituciones académicas del país”, escribió Noem en la red social X.
“La consecuencia es que Harvard ya no puede inscribir a estudiantes extranjeros y los estudiantes extranjeros existentes deben transferirse o perder su estatus legal”, indicó un comunicado.
Fuertes acusaciones contra Harvard
Noem acusó a la Universidad de “fomentar la violencia, el antisemitismo y coordinarse con el Partido Comunista Chino en su Campus”.
El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS) envió inicialmente a Harvard una carta, el 16 de abril, exigiendo que la Universidad proporcionara información sobre las actividades de los estudiantes internacionales en el Campus, incluida la participación en protestas.
La universidad, según la publicación The Harvard Crimson, presentó parcialmente los registros disciplinarios de los estudiantes internacionales que habían sido solicitados por Washington.
El gobierno estadounidense ha emprendido una lucha sin cuartel contra las universidades del país a las que acusa de permitir el antisemitismo en los campus, a raíz de las manifestaciones propalestinas del año pasado.
También busca acabar con los programas de diversidad destinados a abordar la marginación de las minorías.
La semana pasada, el Gobierno del republicano anunció un nuevo recorte de 450 millones de dólares en subvenciones federales que se suman a otros 2.200 millones anunciados con anterioridad.
“Para las universidades es un privilegio, no un derecho, matricular a estudiantes extranjeros y beneficiarse de sus elevados pagos de matrícula para ayudar a engrosar sus multimillonarias dotaciones”, dijo Noem.
Trump describió recientemente a Harvard como una “institución de extrema izquierda y antisemita”, un “desastre progresista” y una “amenaza para la democracia”.
La Universidad demandó a la Administración Trump, el mes pasado, por el intento del gobierno de imponer cambios en su plan de estudios, sus políticas de admisión y sus prácticas de contratación.